Turismo

Patillal, una tierra de compositores

Redacción

16/02/2012 - 05:15

 

El pueblo de Patillal A pocos kilómetros de Valledupar, yendo por los viejos caminos a la Sierra Nevada, y pasando por La Mina y Atánquez, se encuentra el pueblo de Patillal. Un pueblo pequeño y rural, tranquilo y silencioso, que destaca por la grandeza de sus compositores. Éste es el primer paso para conocer las grandes figuras del universo poético y musical del Cesar.

Por una carretera renovada y pasando por unas campos interminables, llegamos al lugar deseado. Enseguida nos llama la atención  las esculturas en homenaje a los juglares más destacados del corregimiento del Patillal. Un semillero de talentos que ahora tiene un espacio para recordarlos. Sus rostros esculpidos en una moneda enorme y dorada destacan del entorno y nos llevan a la reflexión: ¿Cómo un pueblito tan pequeño puede ser la fuente de tanto talento?

Entre estos juglares destaca Rafael Escalona (1927-2009), uno de los compositores más mediáticos de los últimos años. Empezó a componer en el año 1943, con sólo 15 años, basándose en vivencias e historias recogidas en el seno de su familia, y compuso más de 100 temas reconocidos nacional e internacionalmente. Fue inmortalizado por García Márquez en “El Coronel no tiene quién le escriba” y “Cien años de soledad”.

También resaltan otros maestros como Octavio Daza (1943-1980), nacido en San Juan, quien se trasladó a temprana edad a la ciudad de Patillal. Aunque falleció con sólo 32 años, sus composiciones son el reflejo de una intensa y emocionante existencia. Se hizo amigo cercano de Fredy Molina (1945-1972), otro de los homenajeados en esta plaza.

José Hernández Maestre (1949-2004) conocido por su famoso tema “El hijo de Patillal”, Tobias Enrique Pumarejo (1906-1995), Chema Guerra  (1929), José Alfonso Maestre (1965) y Julio García (1946).

Todos y cada uno de los artistas citados pueden ser la base de un estudio, un cuento o una película. Siempre han mantenido el recuerdo vivo de Patilla en sus composiciones y la ciudad de Patillal les devuelve esa admiración con un plaza llena de solemnidad y gratitud. Estampas de una relación pasional. Grandes genios reunidos en un solo espacio.

Alrededor de la plaza, todo es paz y silencio. El sol resguarda a los maestros y los hace brillar. En el fondo, la iglesia parece sola. A la espera de una humilde mirada. Todo son extremos que cautivarán al viajero: la sencillez de un pequeño municipio y el ego construido sobre el genio de sus compositores.

Una visita inevitable para todo aquel que quiera conocer la esencia de estas tierras vallenatas.

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Riohacha, el Caribe en su estado más auténtico

Riohacha, el Caribe en su estado más auténtico

  Sentada frente al mar, y acariciada por un calor caribeño acogedor, Riohacha tiene esa belleza que transforma las ciudades pequeñ...

Destino de un Amor dueño del viento y el mar

Destino de un Amor dueño del viento y el mar

En ese lugar de arenas sutiles, paisajes fantásticos y días de sol, donde el río Sinú encuentra su destino final, comienza todo p...

Guías bilingües en Valledupar para mejorar la atención turística

Guías bilingües en Valledupar para mejorar la atención turística

La Caja de Compensación Familiar del Cesar (COMFACESAR), presentó el primer grupo de 20 estudiantes bilingües pertenecientes al Cole...

Consejos para viajeros colombianos: cómo cambiar divisas en España cómodamente

Consejos para viajeros colombianos: cómo cambiar divisas en España cómodamente

  Un viaje al otro lado del Atlántico no se improvisa. Pisar el suelo español, aunque tiene la comodidad del idioma, y aunque sea p...

Villanueva, el pulmón del vallenato

Villanueva, el pulmón del vallenato

  Un pueblito tranquilo, eso piensan en su gran mayoría los visitantes que pasan por Villanueva en la Guajira. Y tienen razón: su p...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados