Medio ambiente

¿Y usted conoce al tente?

Cesar Aurelio Rojano Bolaño

12/02/2024 - 00:40

 

¿Y usted conoce al tente?
El tente fotografiado por Cesar Aurelio Rojano Bolaño / Fotos: archivo particular del autor

 

“¿Y usted conoce al tente?”, fue la pregunta que nos hizo Wilmer, nuestro guía, una vez llegamos a la casa de sus padres en un área boscosa de La Macarena, al sur del Meta.

El objetivo del día era ver al águila arpía, y en menos de media hora, ya delirábamos al estar al frente de la rapaz más grande y rara de América. Perchada en un árbol de 30 metros de altura, se mostraba opulenta e impasible ante nuestra presencia. Pero la historia del tente había quedado ahí, en remojo.

Esa mañana, Don Miguel, el padre de Wilmer, nos narró su historia, de cómo llegó hace 50 años desde su natal Santander a colonizar esta área remota del país. Su vida, al igual que la de muchos colonos de la Amazonia colombiana ha estado, desde entonces, ligada al monte, a veces tumbando y a veces cuidando.

Reposando el calor de la mañana en una silla perezosa de tablas, el octogenario campesino nos contó que hace algunos años tuvo que irse por ocho meses a Villavicencio debido a problemas médicos de su esposa. Cuando volvieron, encontraron que su casa, otrora abandonada, era frecuentada por un grupo de tentes (Psophia crepitans), que aparecían y desaparecían como fantasmas del bosque.

El Tente es un ave grande, de casi medio metro de altura, que vive en grupos, esquivo, tanto que pocas veces se deja ver dentro del bosque, de ahí que, seguramente, usted que está leyendo esto, no sabía de su existencia.

Al principio, don Miguel los espantaba, porque pensaba que podían ser agresivos, y tal vez matarían a sus aves de corral. Pero luego, observó que, pasados unos minutos, estos recogían a todas las gallinas en un solo punto y volvían al espeso monte.

Tener la posibilidad de verlos es una lotería: fue la sentencia de Wilmer. “Esperemos, porque esos casi siempre llegan”. Entonces, decidimos aguardar en la casa algunas horas, para darle tiempo a que aparecieran.

El día también nos había regalado churucos, micos maiceros, titíes, araguatos y muchas aves. Pero llegó el ocaso, y con él se fue nuestra esperanza de encontrar a estos increíbles animales. Será una próxima, nos dijimos para cada uno.

Al día siguiente, el plan había cambiado, lo que teníamos en mente era ascender a los árboles para instalar cámaras trampa. El tente y la arpía habían pasado a un segundo plano. Sin embargo, cuando regresamos a la casa, don Miguel nos recibió con un sonoro “apúrenle, que llegaron los tentes”.

No sé cuánto tiempo pasamos al lado de ellos, ni cuántas fotos y videos hicimos. Acá les dejo algunas, que tal vez no hacen honor al espectáculo que presenciamos ese día. En mi mente, quedará siempre como el día en que Don Miguel y sus tentes nos recibieron en su punta de monte. Ahora, usted que leyó esta nota y yo, sabemos quién es el tente.

 

Cesar Aurelio Rojano Bolaño

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Sin redes no hay respeto: el ejemplo del Cerro de Hurtado en Valledupar

Sin redes no hay respeto: el ejemplo del Cerro de Hurtado en Valledupar

  Valledupar no sería la misma sin las redes sociales. La cartografía del abuso y la denuncia tiene otro relieve en el mundo virtua...

La historia y actividades actuales de Greenpeace

La historia y actividades actuales de Greenpeace

Greenpeace es todo un símbolo del ecologismo y el pacifismo, tal y como su propio nombre indica. Alabada por muchos, pero también m...

El dodo, el ave extinta que todavía representa a la isla Mauricio

El dodo, el ave extinta que todavía representa a la isla Mauricio

  En el escudo de la isla Mauricio (en el océano índico) aparece a la izquierda un ave llamada “Dodo” que se considera extinta ...

Un grito de auxilio permanente para la Sierra Nevada de Santa Marta

Un grito de auxilio permanente para la Sierra Nevada de Santa Marta

  Hay luchas que no pueden detenerse y alarmas que no deben dejar de sentirse. En la Casa Indígena de Valledupar (Colombia), lugar d...

La guacharaca: un ave representativa del Valle

La guacharaca: un ave representativa del Valle

  Ya no se escucha el canto de la guacharaca en Valledupar aunque antaño fue una de las aves que animaba las madrugadas. Su ruidoso...

Lo más leído

¿Qué es la oralidad?

Javier Zamudio | Patrimonio

Vida y trayectoria de Rafael Pombo

Redacción | Literatura

La Cultura y el laberinto del poder

Omar Castillo | Pensamiento

La parranda vallenata como un ritual de amistad

María Ruth Mosquera | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

La Parranda vallenata

Carolina Rosa Guerra Ariza | Patrimonio

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados