Música y folclor
Ya comienza el festival…
El vallenato más que un género musical es un sentimiento hecho canción. En este momento, me encuentro con mucha nostalgia por estar lejos de mi terruño y no poder participar de la representación cultural más importante de mi viejo Valledupar y disfrutar de las danzas del baile del Pilón y los diferentes concursos. En esta oportunidad, escribo para manifestarle mi admiración y respeto a las mujeres y niñas que cada año se suman a participar de este festival donde el género masculino ha sido el protagonista.
El acordeón se ha caracterizado por ser un instrumento que necesita fortaleza y pasión para ser interpretado, sin embargo, la participación femenina se ha impuesto con el pasar de los años, tanto en las categorías infantil, juvenil, aficionado y profesional. Estas mujeres y niñas han hecho su aporte a la cultura vallenata, sabiendo que no ha sido fácil obtener un puesto importante en estos campos, sin embargo y como premio a su constancia han sido galardonadas en la canción inédita y como reina infantil del acordeón.
Se ha considerado que la música vallenata, es un espacio netamente para los hombres y donde la mujer solo ha sido fuente de inspiración. Pero con la exposición fotográfica que muy acertadamente realizó el centro comercial Guatapurí, “Tributo a la Mujer en el Vallenato”, iniciativa que fue liderada por la Casa de la Cultura Municipal, se rindió un merecido reconocimiento a cerca de 70 mujeres que interpretan, componen o ejecutan este género musical y el valioso aporte que han hecho al mismo. Con esta actividad quedó demostrado que son muchas las que han aportado a esta representación cultural que son hace reconocidos en el mundo.
Mi felicitación a la Fundación Decuplum, la cual aportó la investigación de la vida y obra de las artistas y las fotografías de la muestra; la cual es una exposición incluyente, donde queda claro que hace mucho rato este espacio no es solo de los hombres, sino por el contrario: las mujeres están presentes pero no visibles.
En Valledupar, cuando se habla de la grandeza de la música vallenata, es común escuchar que se rememora a hombres, como Alejo Durán, Emiliano Zuela, Colacho Mendoza, y muchos otros, que desde el comienzo fueron los encargados de poner en alto el nombre del folclor. Hoy en día, aunque la cultura de Valledupar tiene puesto sobre sí un estigma de machismo, las mujeres de esta región del país lograron entrar al sentimiento mismo de una canción vallenata: tocar el acordeón, la caja y la guacharaca.
Como mujer vallenata veo con mucha complacencia que en las escuelas de música de la ciudad, cada día hay más niñas tocando este instrumento. También se vienen integrando como cantantes de la música vallenata con mucho talento, pero como lo manifiestan las cantantes Jadith Muegues:“Se dice que las mujeres no están hechas para cantar vallenato, pero donde vamos gustamos”, expresa ella con ironía. Y Lucy Vidal: “Cuando logramos que nos acepten en un escenario es una satisfacción muy grande”, pero indiscutiblemente, nos sentimos discriminadas”. Lo cierto es que cuando participan son protagonistas y vienen reivindicando un espacio al lado de los hombres en las grandes fiestas del folclor vallenato.
Lo cierto es que los retos a los que cada día se enfrentan las mujeres y las niñas, que vienen desarrollando un liderazgo por no ser solamente musas de los compositores y poetas, sino que se han convertido en hacedoras de canciones, intérpretes de melodías y creadoras de acordes inolvidables, solo me resta decirles. ¡Adelante mujeres y niñas empoderadas de un espacio que estaba reservado solo a los hombres!
Beatriz Ramírez David
Sobre el autor
Beatriz Ramírez David
Mundo en femenino
Consultora en temas de Mujer y Género, facilitadora social y comunitaria, conferencista, online speaker y escritora. Embajadora de mujeres liderando América Latina y Global Ambassador NERDS RULE INC. Página web: https://beatrizramirezdavid.wordpress.com/
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