Opinión
Fallas del Sistema Electoral colombiano
El pasado 11 de marzo tuve la responsabilidad de ser jurado en las elecciones legislativas y consultas interpartidistas que se llevaron a cabo ese día. Ser jurado de votación es un trabajo extenuante el cual requiere de mucha disposición, resistencia y concentración. Dicha labor, en especial a quienes nos interesa todo lo correspondiente al funcionamiento del Estado y, en general, la vida pública nacional, permite identificar ciertas inconsistencias en nuestro sistema electoral, específicamente en los niveles de pedagogía, practicidad y apoyo institucional.
Comencemos por los tarjetones. Observé en mucho de los ciudadanos que votaron en mi mesa algunos inconvenientes a la hora de encontrar a sus candidatos. Los tarjetones que se usaron son incomodos, desde el tamaño de la cartilla, hasta la manera en que están ubicados los candidatos y partidos. Diseñadores gráficos y conocedores del tema han advertido que sí es posible darle toques de holgura a las tarjetas electorales, sin duda, es uno de los puntos a mejorar lo más pronto posible.
Otro tema que estuvo bastante complejo fue el de las consultas, elecciones que eran rogadas ya que por su naturaleza no se encuentran diseñadas para que todos los colombianos la voten, se supone que sólo lo harán quienes de una u otra forma se sientan identificados con los candidatos o hagan parte oficialmente de las colectividades políticas en contienda. Muchos ciudadanos no entendieron tal carácter rogado, hubo insultos y regaños de por medio contra los jurados de mi mesa. Allí faltó pedagogía por parte de la Registraduría Nacional del Estado Civil, que debió combatir todo tipo de desinformación y brindar la mayor claridad posible.
Por otra parte, uno de los grandes problemas fueron las noticias falsas (Fake News) que venían circulando por las redes sociales tiempo atrás. En mi mesa, por ejemplo, llegaron varias veces exigiendo tarjetones para votar una consulta contra los corruptos y otras para bajarles el salario a los congresistas. Personalmente me tocó lidiar con un ciudadano que llegó al punto de insinuar que yo era un patrocinador de la corrupción, todo por hacer mi trabajo y brindarle la pedagogía correspondiente.
La Registraduría tiene muchos retos por delante. Lo de los tarjetones de ‘La Gran Consulta por Colombia’ no puede volver a ocurrir. Para que el Sistema Electoral funcione adecuadamente debe haber una buen andamiaje institucional, un capital humano competente. El pasado 11 de marzo, en mi caso, hubo mucha ineptitud y poca ayuda por parte de los delegados. Sin rigor y compromiso, todo se complica.
Camilo Pinto Morón
Sobre el autor
Camilo Pinto Morón
Letras & Opinión
Camilo A. Pinto Morón, estudiante de Derecho de la Universidad de Santander, estudio leyes porque "pertenece a ese orden de cosas que se comprenden mejor cuando no se definen" - Levy Ullmann. Columnista de opinión en PanoramaCultural.com.co, el diario El Pilón, y Con la Oreja Roja. Fiel creyente de un oficio de opinar en serio, respetuoso, objetivo y responsable.
0 Comentarios
Le puede interesar
Editorial: La huella de Cien años de soledad
En su recorrido por el Caribe, y en su parada por la ciudad de Valledupar, el MacondoFest ofreció grandes reflexiones e imágene...
Editorial: Que se repitan en el 2013
La emoción y las expresiones nacidas del sentimiento son los lugares que nos atraen. Los viajes que nos despiertan. Las banderas que n...
¡Auxilio! Que regrese la dedocracia
Hoy se extrañarán de leer en esta columna sobre un tema que no tiene que ver con nuestra música vallenata, pero la coyuntura ele...
La paz no es una palabra
La palabra Paz se ha vuelto tan común al oído de todos, que poco entendemos lo que realmente significa y su poder transformador. Se...
El Heredero de la grandeza de Leandro Díaz
A juicio de Simón Martínez Ubarnez, que tiene todo el derecho para opinar sobre qué debo y no debo hacer, por lo determinante ...