Artes plásticas
Un sesión de dibujo sobre Esparta, pero sin acento espartano
La ciudad-estado de Esparta –en la Grecia antigua– ha llamado la atención de muchos cineastas por su cultura guerrera y su estética única. Hombres fornidos y valientes, mujeres hermosas y de pelo azabache se organizaban para dominar a las demás ciudades de la península griega y, en ese esfuerzo, contribuían a todo tipo de confabulaciones y tramas.
El atractivo de la sociedad Espartana no ha pasado desapercibido a los ojos del grupo de dibujantes de Valledupar –Dibujo Valledupar– quienes en su última sesión, organizada en la Fundación de teatro TEA, quisieron recoger la simbología y estética de un momento clave de la historia.
Así es como vimos al Rey de Esparta, Leonidas (Sergio Liñan), rodeado de dos espartanas radiantes (Carolina Vásquez y la señorita Cesar del Reinado Nacional del Folclor, Lina Marcela Jaime) emulando uno de los episodios más importantes de la historia griega: la guerra contra los persas.
El encuentro nos ofreció unas fotografías estupendas, un juego de luces único y unas poses de gran valor estético. De hecho, las poses de los modelos referenciaban, en muchas ocasiones, la violencia y el erotismo de una cultura donde las mujeres estaban a la disposición de los hombres.
No obstante, el contraste con la sesión anterior –dedicada al absurdo– nos invita a reflexionar sobre ciertas falencias en este último evento. Primero faltó integrar un concepto de arte (como el absurdo, o abstracto) que permitiera aportar ideas técnicas sobre el dibujo y el arte.
Luego, recordemos que en la Sesión de dibujo número 9 se incluyó un tema para debatir y eso generó mayor trascendencia. La homosexualidad fue el tema sobre el cual el protagonista y los presentes debatían (aunque fuera de manera tácita) mientras que en esta última ocasión todo se limitó a una serie de figuras y escenas sencillas sin mayor significado.
Además, debemos reconocer que el nivel de transgresión fue notablemente inferior a las citas anteriores. Es cierto que los modelos trataron de abordar la idea de guerra y las relaciones entre sexos de un modo atrayente, es decir cuidando las formas, pero el arte es atrevimiento y, en ese sentido, faltaron escenas expresivas y desequilibrantes que evocaran momentos claves de la guerra, las relaciones entre hombres y mujeres (o de mismo sexo), y las vivencias de Leonidas frente a los persas.
Finalmente, y este comentario, va directamente dirigido a los organizadores del evento, la sesión de Dibujo terminó de manera abrupta, sin introducir un elemento sorpresivo que obligara los modelos a adaptarse a una situación o profundizar en las escenas planteadas.
Es quizás necesario pensar para las próximas sesiones en introducir un elemento desequilibrante e inesperado en algún momento del encuentro (sea otro modelo inesperado, un objeto o un actor que venga a incorporarse en la escena y crear un conflicto).
Por lo demás, fue un viaje visual de gran calidad donde reinó una armonía de catálogo (pero donde nadie iba a casarse). Esperamos con ansias el próximo encuentro.
Johari Gautier
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