Cine
El juego de la fortuna: ¿Acierto o decepción?
Existen pelÃculas con un claro mensaje que trascienden por su manera de narrar una historia. Esas pelÃculas quedan marcadas en la memoria de los amantes de cine para la eternidad. Pero existen también pelÃculas con una intención clara y honorable, que se pierden a la hora de relatar los hechos. Esas pelÃculas malviven en el pensamiento del espectador y desaparecen a las pocas semanas.
El juego de la fortuna pertenece a esa segunda ola de pelÃculas que quieren reconstruir con mucha ambición la vida de un hombre, dar los detalles de su heroÃsmo o genialidad, y que sólo alcanzan a generar una lejana sensación de entusiasmo.
SÃ, es cierto que Brad Pitt es un buen actor. Es cierto también que interpreta muy bien el papel de Billy Bean, un entrenador condenado a dirigir un equipo de beisbol con un presupuesto miserable y que, gracias a un joven economista, logra montar un sistema revolucionario para ganar a los grandes equipos. Pero eso es todo.
Lo demás se resume a una acción lenta y oscura, muchas negociaciones y muchos cálculos en los pasillos de un estadio o de una empresa, pero nada que ver con el beisbol y la tensión de los vestuarios.
La pelÃcula se centra esencialmente en las estrategias de compra de jugadores y los esfuerzos del entrenador para constituir un equipo medianamente eficaz. La trama se hace demasiado extensa para una historia tan previsible. Todos sabemos que, en algún momento, el equipo de Billy Bean logra deshacerse de la pesadilla que lo persigue y empieza a ganar a los demás, pero ¿cuánto tiempo dedicado a detalles inoportunos y conversaciones sin interés?
No se equivoquen. El juego de la fortuna no es una pelÃcula mala. De hecho, es muy posible que a los fans de deporte y biografÃas extraordinarias ésta pelÃcula les genere un buen sabor de boca. Pero eso es todo.
Más allá del mensaje de superación y la figura audaz de Billy Bean, nos queda una pelÃcula desarticulada y soporÃfera, excesivamente larga y sobria, que no logra transmitir la tensión y la euforia de ciertos instantes.
Es una lástima pues, ya que muchos elementos podÃan hacernos pensar en una pelÃcula inolvidable. El juego de la fortuna no es la mejor pelÃcula del año ni tampoco una de las mejores. Es simplemente una curiosidad.
Sobre el autor
Alberto Campos
Cinescrúpulos
Alberto Campos, Valledupar (1976). Sociólogo y Abogado de la Universidad Popular del Cesar. En Cinescrúpulos expone su faceta de crítico y amante del Cine, pero con total independencia. Su fin es alabar las buenas películas y señalar las malas producciones.
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