Cine
Frozen: un retorno al Disney más clásico
Disney tiene como costumbre celebrar la Navidad con mucho frío, nieve, renos y algún que otro trineo, y “Frozen, el Reino del Hielo” es el resultado de todo esto.
Y si acudes a ver una película de “niños” como “Frozen”, te vas a sorprender con el apabullante despliegue visual, el ingenioso ritmo de esta gélida aventura y el original “giro de tuerca” a la típica historia de “princesa-conoce-a-príncipe”.
En “Frozen, el Reino del Hielo” vemos reflejada a la perfección la típica frase de una mamá: “Qué distintas han salido estas hermanas”. Por un lado tendremos a la pizpireta, confiada, extrovertida y despreocupada Anna, y por el otro, como contrapunto de la historia, a la introvertida, serena y responsable Elsa. Y es que en esta ocasión Disney no sólo nos presenta a una nueva princesa sino a dos.
Inspirado en “La Reina de las Nieves”, el cuento de Hans Christian Andersen, vivimos una historia de amor entre hermanas, más allá del amor romántico que, aunque cueste creerlo, esta vez queda en un segundo plano.
Y si, como ya he dicho, nos encontramos ante dos nuevas princesas Disney, ¿hay príncipes nuevos para “Frozen, el Reino del Hielo”? Sí, dos, aunque en esta ocasión uno de ellos termine siendo bastante “sapo”.
Por un lado tenemos al apuesto, caballeroso, correcto y siempre “ideal” Hans, y por otro al rudo, aventurero, alocado y guaperas Kristoff. Los dos conquistarán el corazón de Anna, pero sólo uno de los dos será la opción correcta… para saberlo, cómo no, habrá que ir al cine.
Los protagonistas secundarios de “Frozen” son un muñeco de nieve bastante peculiar ya que sueña con pasar el resto de sus días en la playa, con colorcito y una piña colada, su nombre Olaf -estamos seguros que es carne de “spin off”-, y un gracioso, fiel y servicial reno llamado Sven, el mejor e inseparable amigo de Kristoff. Ambos personajes nos regalarán algunas de las escenas más divertidas de la película.
¿En cuanto al 3D? En esta ocasión estoy muy a favor. No tiene precio el nivel de detalle y profundidad que Disney ha alcanzado en los paisajes nevados y en las intensas ventoleras que azotan en “Frozen”, para lo cual se han basado en los hermosos paisajes noruegos con inmensos fiordos y montañas.
En definitiva: dos princesas, dos supuestos príncipes candidatos, un reno como animal de compañía, un muñeco de nieve muy “cachondo”, un grupo de mini-trolls, un inmenso palacio de hielo, una futura reina con poderes mágicos fuera de control, una maldición que mantiene helado a todo un pueblecito y un “beso de verdadero amor”, son motivos suficientes para dar una oportunidad a este “Frozen” que supone un retorno al Disney más clásico.
Una aventura musical donde se enlazan drama, comedia y amor bajo el nevado manto que cubre un castillo con princesas y príncipes haciéndonos revivir con nostalgia títulos inolvidables como “La Bella y La Bestia”.
Diana Mangas
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