Educación
Los orÃgenes de la psicologÃa en Colombia
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El 20 de noviembre de 1947 el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá creó el Instituto de PsicologÃa Aplicada, una de cuyas funciones era la formación de psicólogos. Esta fecha es el hito histórico que marca el inicio institucional de la psicologÃa colombiana y, especÃficamente, de la formación de profesionales de la psicologÃa y ha constituido el 20 de noviembre como el dÃa nacional de los psicólogos.
La primera directora del Instituto fue la psicóloga española Mercedes Rodrigo Bellido quien trabajaba desde agosto de 1939 en la Universidad Nacional como directora de una sección de Psicotecnia que tenÃa como principal misión la selección de aspirantes a distintas carreras de la Universidad, labor que fuera luego extendida a algunas empresas estatales y privadas y a instituciones educativas tanto en el campo de la selección de personal, como en el campo de la orientación profesional. La creación de estas funciones socialmente pertinentes y su aceptación institucional dentro y fuera de la Universidad contribuyeron a crear la demanda de profesionales que tuvieran una adecuada formación para el ejercicio de dichas funciones.
A lo largo de estos 60 años la psicologÃa colombiana ha ido en constante crecimiento y desarrollo. Inicialmente, el desarrollo en su consolidación institucional como Facultad en la Universidad Nacional y más tarde con la creación de la segunda Facultad de PsicologÃa en la Universidad Javeriana de Bogotá. Estas dos primeras décadas se constituyeron en el eje para consolidar un claro perfil profesional, donde las actividades evaluativas en el campo clÃnico, empresarial y educativo se constituyeron en la base para la conformación de otras funciones tanto de carácter preventivo como de carácter de intervención. Fue también la época en que el creciente número de psicólogos se agremiaron alrededor de la Federación Colombiana de PsicologÃa.
Los años 70 muestran una época de multiplicación de los programas de formación de psicólogos en varias universidades de Bogotá, Barranquilla, Cali, MedellÃn y Manizales. Es también la época de la confrontación aguda de paradigmas teórico-conceptuales, especialmente los de connotación conductista y psicodinámico. Esta confrontación produjo situaciones crÃticas, pero fue también una oportunidad para el crecimiento de la psicologÃa, ya que los psicólogos colombianos empezaron a tomar conciencia de la riqueza de su disciplina, de la necesidad de hacer investigación y de la posibilidad de cuestionarse sobre la pertinencia social de la psicologÃa en un ambiente polÃtico especialmente agitado.
En la cuarta y la quinta década de la psicologÃa colombiana, los años 80 y 90 del Siglo XX, marcan un continuado crecimiento de los programas de formación de psicólogos en el paÃs y la aparición de los primeros programas de postgrado a nivel de especialización y maestrÃa. Aunque la diversidad teórica y profesional siguió en aumento se produce una relativa madurez en tanto que psicólogos con diferentes orientaciones podÃan compartir la formación de psicólogos en un nivel de convivencia razonable e incluso en muchos casos con un nivel de eclecticismo explÃcito o implÃcito. Durante este tiempo cambia radicalmente el perfil de los psicólogos profesionales: un buen número tuvieron la posibilidad de recibir formación de maestrÃa y doctorado fuera del paÃs y a su regreso aportaron la dimensión investigativa como una alternativa importante de desarrollo profesional y crÃtica en la formación de los profesionales a nivel de pregrado y postgrado.
La década del 2000 se caracteriza por varios aspectos que muestran la radiografÃa de nuestra profesión y nuestra disciplina en Colombia: (a) más de 130 centros de formación de psicólogos ubicados no sólo en las capitales departamentales, sino en ciudades pequeñas; (b) más de 30.000 psicólogos profesionales; (c) cerca de 30.000 estudiantes de psicologÃa; (d) dos programas de doctorado en funcionamiento y varios a punto de ser aprobados, además de múltiples programas de maestrÃa y especialización; (e) multiplicación de eventos académicos en paÃs con participación de investigadores extranjeros pero donde el núcleo de la producción cientÃfica es de psicólogos nacionales; (f) reconocimiento y reglamentación legal y deontológica de la profesión psicológica; (g) consolidación de la unidad gremial alrededor de la Asociación Colombiana de Facultades de PsicologÃa y del Colegio Colombiano de Psicólogos; (h) fortalecimiento de la disciplina psicológica, pero con un reconocimiento paralelo de la necesidad de la formación transdisciplinaria de los psicólogos profesionales; (i) y en fin, una conciencia creciente de la necesidad de hacer un trabajo investigativo y profesional de pertinencia social.
Este rápido recorrido por la historia de la psicologÃa colombiana muestra que los psicólogos tenemos mucho que celebrar. Es importante conocer nuestro pasado con el fin de preparar el futuro y enfrentar los principales retos de la psicologÃa en el Siglo XXI. Algunos de esos retos son: (a) la socialización de la investigación de los psicólogos en revistas especializadas; (b) el desarrollo de aportes disciplinares a los problemas de relevancia social; (c) el mejoramiento en los estándares de formación; (d) el desarrollo de nuevos escenarios de desempeño profesional para los psicólogos; y (e) la diferenciación profesional y por tanto la posible creación de profesiones diferentes con un núcleo disciplinar común, pero con diferentes intersecciones con otras disciplinas dependiendo de las demandas sociales.Â
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Telmo Eduardo Peña-CorrealÂ
Universidad Nacional de Colombia
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