Literatura
Acotaciones sobre la novela “Cuando arden las palmas”
Iván Gutiérrez Visbal es un escritor que nació en La Paz, Cesar (1960) y desde hace varios años reside en Bogotá, donde tuvo la oportunidad de estudiar arte dramático.
Su carta de presentación para la literatura la hace pública en 1999, con su primera novela “Una historia, un destino”. Luego la refrenda en el 2002, con “El grito del silencio”. Ahora presenta su tercera novela “Cuando arden las palmas”, Impresa en Bogotá por Gente Nueva Editorial. 208 páginas.
Dijo el escritor mexicano Carlos Fuentes: “El novelista siempre es profeta de su tiempo, sabe que en ese imperio de la información es más lo que se calla que lo que se dice. Lo no dicho, sobrepasa infinitamente a todo lo dicho o mal dicho en el discurso cotidiano de la información y la política”.
Es posible que este criterio del escritor mexicano, haya sido la hoja ruta para que Iván Gutiérrez Visbal, aficionado a la investigación sobre la historia, los mitos y las leyendas de la región, iniciara el proyecto literario de narrar muchas cosas que la gente ha dicho o no ha dicho, de lo que sucedió en su pueblo nativo desde la muerte del caudillo Jorge Eliecer Gaitán en abril de 1948 en Bogotá, hasta aquel sábado de carnaval de 1952.
Una novela es un universo de sentido y sus posibilidades de estudio y análisis son ilimitados. Me remito a exponer unos breves comentarios.
Berni Escalona escribe en el prólogo “Nuevamente, el escritor Iván Gutiérrez Visbal, utilizando el lenguaje de imágenes costumbristas, nos transporta a ese caserío, el cual enmarca en la novela como El Silencio. En el año 1952, en el mes de febrero el caserío vive los momentos más difíciles de su historia. Su gente se caracterizaba por ser alegre, buenos anfitriones, hospitalarios y serviciales; en ese momento pierde su identidad porque no pudo aceptar ser sometida por la policía conservadora…”
El espacio novelado es La Paz. El origen de las acciones narradas está señalado en la noticia del asesinato del caudillo de las multitudes. El Silencio, un caserío de tradición liberal sintió con dolor propio los sucesos del Bogotazo; por radio se escuchaban arengas en contra del gobierno que incitaban a los pueblos a protestar, y lograron provocar hasta en las provincias lejanas una motivación viva. En el Silencio los pasivos moradores fueron arrastrados por esa tempestuosa tormenta, se armaron de palos, machetes, algunas armas de fuego y se volcaron a la plaza… pero como el alcalde y el pueblo eran liberales, no encontraron frente a quien protestar.
Esta manifestación de solidaridad en respaldo al caudillo produjo una respuesta del gobierno central conservador. Cuando el pueblo se veía en tranquilidad, se había calmado la rabia por la muerte del líder de las multitudes, llega un grupo de policías y presenta sus credenciales al señor alcalde. Entonces, comienzan las intimidaciones y las acciones violentas en contra del pueblo liberal.
Días después, con la llegada de los agentes de policía, los mal llamados Chulavitas, el pueblo pierde su inocencia, y hasta los niños temerosos olvidaron aquellas frases de los abuelos: cada estrella que brilla en el cielo es el alma de nuestros muertos.
Entre los personajes de la novela, resalto la presencia del doctor Zapata, eficaz en el cumplimiento de su profesión de medicina. Los que conocemos a La Paz y algo de su historia, sabemos que se trata del médico y escritor Manuel Zapata Olivella, a quien La Paz, Valledupar y la región le deben un gran homenaje por su gestión en defensa y difusión de la cultura vallenata. En La Paz, una escuela debería llevar su nombre o la Casa de la Cultura o la Biblioteca del municipio.
Como epílogo, considero pertinente leer estas apreciaciones de dos escritores nuestros. Dice Mary Daza Orozco “de un libro, no se sabe qué es más encomioso: si el trabajo de escribirlo, que es grande y delicado o el haber conseguido el dinero para mandarlo a publicar….”
Y agrega Jacobo solano Cerchiaro:” La labor de escribir, cada día se hace más difícil en una sociedad que no reconoce los valores de quienes llevados por la pasión, van construyendo historias que reflejan sentir y la problemática social de una región”.
A todos los invito a leer la novela, “Cuando arden las palmas” y a reconocer los valores del escritor Iván Gutiérrez Visbal.
José Atuesta Mindiola
Sobre el autor
José Atuesta Mindiola
El tinajero
José Atuesta Mindiola (Mariangola, Cesar). Poeta y profesor de biología. Ganó en el año 2003 el Premio Nacional Casa de Poesía Silva y es autor de libros como “Dulce arena del musengue” (1991), “Estación de los cuerpos” (1996), “Décimas Vallenatas” (2006), “La décima es como el río” (2008) y “Sonetos Vallenatos” (2011).
Su columna “El Tinajero” aborda los capítulos más variados de la actualidad y la cultura del Cesar.
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