Literatura
Tu cuerpo y otros nanorelatos de Ana Milena Alandete
Ella mezcla literatura y erotismo con desenvoltura. Explora los universos más secretos de la mente y de la anatomía para elaborar cuentos que expresan lo que muchos otros no se atreverían a decir.
La joven cesarense Ana Milena Andante ya publicó “El décimo mandamiento” y “En cenizas” en PanoramaCultural.com.co y en esta ocasión, nos brinda una selección de nanorelatos que indagan en ese mundo de la sensualidad y voluptuosidad, donde todos los sentidos se movilizan en una dirección: el cuerpo.
I
“El silencio me permitió hablar con tu conciencia.
II
Tus dulces labios me mostraron mi cuerpo salado.
III
Te interrogué en mi silencio, hablando con tu sinceridad.
IV
Tus ojos son dos gusanos que carcomen mi silencio.
V
En tu mirada descubrí la mentira del mentir.
VI
Tu imaginación es un golero que carcome mi cuerpo.
VII
Tu cuerpo es el escamoso pez que navega en mi mar.
VIII
Tu presencia es la luciérnaga que alumbra mi oscuridad.
IX
La casa de mi lengua tiene sed de ti.
X
Mis dos ventanas quieren alumbrar tu destino.
XI
Oigo la luz de tu cuerpo al estremecer tu cadera.
XII
¡La mataste! Tu silencio te confesó.
XIII
En tu ombligo nada mi dedo.
XIV
Unas manos se abren y las alas caen desplomadas.
XV
En el caracol de tu oreja resonaron mis caricias.
XVI
La calle ciega de tus ojos me inundó de agonía.
XVII
Es tu alma quien me acosa en mi silencio.
XVIII
Toqué tus húmedos labios con mi mirada.
XIX
Mis llaves abriendo silenciosamente tu puerta. Aceptaste satisfactoriamente.
XX
Despojándote de tu vestidura descubrí el arcoíris de tu cuerpo.
0 Comentarios
Le puede interesar
Árboles en el paisaje vallenato
Los cañaguates y los robles son árboles ornamentales del paisaje vallenato. Las flores del cañaguate con su esmalte amarillo parecen...
El sepulturero bilingüe
Era día de pago. La multinacional CICOLAC, a través de la Caja de Crédito Agrario Industrial y Minero, había entregado cu...
Luz de Faro, poemario
Este poemario debió ser mi primer libro, pues inicié escribiendo poesía, sin embargo es el tercero. Se tomó su tiempo el ingrato, c...
El jardín de Juana
Eduardo Villa camina entre palmeras, helechos, orejas de conejo, begonias, lenguas de suegra, crotos payaso y granito de oro, rosas...
Betsabé
Son las once de la mañana, acabo de terminar con todos los preparativos para el reencuentro. No demoran en llegar. Estoy un poco ans...