Literatura

La ridícula idea de no volver a verte

María Jimena Padilla Berrío

07/01/2014 - 11:35

 

Si de títulos se tratara, es posible que este libro no lo hubiese mirado, lo cual hubiera sido una pena. Ahora comprendo, porque se supone que ya lo sabía, que no hay que dejarse llevar por los títulos, es necesario indagar un poco más, tomarse el trabajo de leer los comentarios al respaldo o abusar del librero y hojear el libro.

No obstante, gracias a que no tuve la oportunidad de escoger, este maravilloso libro llegó a mis manos y se quedó para siempre en mi vida (¡esos son los regalos que alegran la existencia!), es de esas historias que se instalan en lo más recóndito de tu ser y no hay marcha atrás, aunque tengo la sospecha de que eso ocurre con todos los libros, la diferencia es que unos trascienden más que otros.

De entrada, parece un tratado sobre la muerte. Montero comienza con una frase bastante drástica, lo que no obsta a que no sea sensata y real: “Lo más importante que me ha sucedido en la vida son mis muertos”, algo a lo que no estamos acostumbrados, que nos pesa admitir, pero que hace parte de la existencia humana, a fin de cuentas, nadie sale vivo de esta batalla llamada vida y la muerte hace parte del vivir. Luego, te das cuenta que no sabes ni de qué se trata el libro, divaga y concluye y llega a puntos interesantes, serenos, apacibles. Es más, ella misma no lo tiene muy claro, y obvio, así le ha de suceder a todos los escritores, un libro no termina siempre como se pensó, ocurren muchas cosas en el camino.

Es de unos contrastes y una extravagancia brillante, algo alocada, extraña y, en ocasiones, pareciera que perdiera el hilo, pero no, no es que pierda el hilo, es que entrelaza la historia de Marie Curie con la suya misma y, de paso, con alguna reflexión en torno al dolor, a los estereotipos o a algún suceso que le ha llamado la atención, o simplemente opta por hacer alguna referencia a una fotografía, a algún  gesto, tratando de adivinar a qué se habrá debido aquella expresión o qué estaría pensando. De la nada, sale con un hashtag y hace referencia a palabras y frases que destaca en el transcurso de todo el libro.

De repente, está relatando algún pasaje de la vida de Marie Curie que, se supone, es el centro de la obra; y, de un momento a otro, comienza un monólogo consigo misma, como si tratara de establecer un paralelo entre la vida de ella y la de Curie; y de hecho lo hace, se identifica con el dolor de Curie ante la pérdida de su esposo y, a la vez, relata los dolores propios visibilizando el dolor profundo de la pérdida de Pablo, quien era su compañero, a causa de un cáncer que no le perdonó la existencia.

Lo cierto es que, en medio del impecable relato que hace, Rosa Montero logra retratar la vida de Marie Curie, exponer su grandeza, develar sus debilidades, obstáculos, proezas… Nos muestra, sin más, la Marie orgullosa, enamorada, soñadora, la polaca que soportó la muerte de su madre y que, por poco, casi se resigna a envejecer al lado de su padre para procurarle los cuidados de la vejez. Y no hubiese sido cualquier pérdida, se trataba nada más y nada menos que la primera mujer en recibir el Premio Nobel de física, y años más tarde, de química.

Se develan, no obstante, las dificultades que tuvo que afrontar Marie en aquélla hostil época en que las mujeres a duras penas podían aspirar a cualquier cargo de poca importancia y sin trascendencia alguna. Desde luego se exponen las dificultades por las que atravesó Curie por su condición de ser mujer y, muy ligado a ello, uno que otro escándalo por asuntos de amantes, luego de que su marido, Pierre Curie, muriera en un lamentable accidente.

En un aparte del libro, Montero incluso incurre en comparaciones genéticas, tratando de relacionar la templanza de Curie con algún accidente genético donde, según alguna rara teoría, Marie fue una mujer masculina, y eso explicaría tantas cosas… pero no es claro. En fin, sin más que agregar, y sólo por terquedad, lo último que puedo decir es que me sigue llamando la atención el título de la obra. No puedo comprender cómo un simple “la ridícula idea de no volver a verte” logre abarcar un libro de tantas facetas y grandezas.

 

María Jimena Padilla Berrío

@MaJiPaBe

Sobre el autor

María Jimena Padilla Berrío

María Jimena Padilla Berrío

Palabras Rodantes

Economista de la Universidad Nacional de Colombia, cuasiabogada de la Universidad de Antioquia. Soñadora incorregible, aventurera innata, errante. Guajira de cuna, crianza y corazón, ama su cultura como al coctel de camarón. Investigadora, melómana, cinéfila y bibliófila. Su mayor placer es deslizar un lápiz sobre un papel.

@MaJiPaBe

1 Comentarios


Berta Lucía Estrada 11-02-2016 07:20 AM

El año pasado leí este libro de Rosa Montero, muy hermoso, me gustó mucho; es una lectura recomendada. Berta Lucía Estrada, autora de la columna Fractales

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