Literatura

El zorro azul

Arnoldo Mestre Arzuaga

30/08/2016 - 07:00

 

Empiezo relajándome totalmente. A mi cabeza empiezan a llegar imágenes. Ahora soy protagonista y espectador. En mis vagos recuerdos me veo en compañía de algunos de los amigos de mi infancia y de mi hermano Carlos.

Estamos en el campo. Yo lideraba al grupo. Nos encontramos en un potrero que tenían mis padres cerca del pueblo. El fuerte verano azotaba la región. El agua era escasa. Sabíamos que en el jaguey todavía había un charco de agua espesa, como una mazamorra. Llevábamos las caucheras listas y muchas piedras pequeñas en los bolsillos. Nuestra meta era cazar algunas palomas silvestres.

Cuando llegamos al sitio yo le expliqué a cada uno lo que tenía que hacer. Teníamos que desplazarnos sigilosos. Para que las aves no se percataran de nuestra presencia. Todo iba bien. Pero mi hermanito Carlos Q, el más pequeño del grupo, tropezó y cayó al suelo. Lanzó un quejido de dolor. Lo que alertó los animales que se encontraban abrevando. Volaron cientos de pájaros. Corrieron iguanas y lagartos asustados por los quejidos de mi hermanito.

De frente, sin poder evitarlo, se me presentó un animal azul semejante a un perro, tenía la cola larga y coposa, traía la boca abierta y me mostraba sus colmillos filudos, no sé si fue por el miedo o por valor, ya a mis nueve años conocía la historia del forzudo Sansón, de modo que no hice más que imitar su hazaña.

Tomé el animal por el cuello lo sujeté fuerte entre mi brazo y antebrazo en forma de tenazas. Me ayudaba con mi brazo izquierdo dándole más presión. Así lo mantuve largo rato hasta cuando no sentí más su pataleo. Fue entonces  cuando mi hermanito se acercó llorando preguntándome si me había mordido: "Nondo, ¿te mordió ese zorro-perro? Te vas a morir de mal de rabia". Le respondí que no.

Después se acercaron los otros amiguitos, todos reían asustados y me miraban con admiración. Uno exclamó: "Nondo es como Sansón. Cuando sea grande va a tener una novia linda, como Dalila, y peleará con muchos hombres y los va a derrotar con la cabeza de un zorro azul”. De repente mi celular timbra. Mi mente dejó de proyectar.

 

Arnoldo Mestre Arzuaga 

 

Sobre el autor

Arnoldo Mestre Arzuaga

Arnoldo Mestre Arzuaga

La narrativa de Nondo

Arnoldo Mestre Arzuaga (Valledupar) es un abogado apasionado por la agricultura y la ganadería, pero también y sobre todo, un contador de historias que reflejan las costumbres, las tradiciones y los sucesos que muchos han olvidado y que otros ni siquiera conocieron. Ha publicado varias obras entre las que destacamos “Cuentos y Leyendas de mi valle”, “El hombre de las cachacas”, “El sastre innovador” y “Gracias a Cupertino”.

2 Comentarios


Maria helena Trujillo 01-04-2017 09:07 PM

Muy buen cuento admiro a las personas que tienen esa capacidad de contar y hacer perdurar historias y logran deleitar y conservar ideas, mensajes y moralejas. Felicitaciones

Maria helena Trujillo 01-04-2017 09:08 PM

Muy buen cuento admiro a las personas que tienen esa capacidad de contar y hacer perdurar historias y logran deleitar y conservar ideas, mensajes y moralejas. Felicitaciones

Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Deberías llamarte Esperanza

Deberías llamarte Esperanza

Me interceptaron dos policías en la puerta del articulado y me obligaron a salir. Me requisaron, pidieron mi cédula y me retuvieron...

Recordando al escritor Aimé Césaire

Recordando al escritor Aimé Césaire

  El poeta Aimé Césaire, quien en 2008 fue despedido con un funeral de Estado por el pueblo francés, tuvo muy claro el mundo al ...

Rubén Darío: vida y obra de un poeta insigne

Rubén Darío: vida y obra de un poeta insigne

  Yo nunca aprendí a hacer versos —dice Rubén Darío (Metapa, 1867-1916) en su Autobiografía —. Ello fue en mí orgánico,...

Stieg Larsson, un escritor feminista

Stieg Larsson, un escritor feminista

El pasado jueves 27 de agosto fue lanzado con bombos y platillos lo que pretende pasar como la continuación de la saga Millenimum de...

Llamada

Llamada

Teresa quiso llorar cuando se acabó la batería del celular. No sólo por el estrés de ir tarde a la cita, sino porque no encontró...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados