Literatura
El cuento del gallo capón, el cuento muy breve de García Márquez
Los que querían dormir, no por cansancio sino por nostalgia de los sueños, recurrieron a toda clase de métodos agotadores. Se reunían a conversar sin tregua, a repetirse durante horas y horas los mismos chistes, a complicar hasta los límites de la exasperación el cuento del gallo capón, que era un juego infinito en que el narrador preguntaba si querían que les contara el cuento del gallo capón, y cuando contestaban que sí, el narrador decía que no había pedido que dijeran que sí, sino que si querían que les contara el cuento del gallo capón, y cuando contestaban que no, el narrador decía que no les había pedido que dijeran que no, sino que si querían que les contara el cuento del gallo capón, y cuando se quedaban callados el narrador decía que no les había pedido que se quedaran callados, sino que si querían que les contara el cuento del gallo capón, y nadie podía irse, porque el narrador decía que no les había pedido que se fueran, sino que si querían que les contara el cuento del gallo capón, y así sucesivamente, en un círculo vicioso que se prolongaba por noches enteras.
FIN
Gabriel García Márquez
0 Comentarios
Le puede interesar
La felicidad
Hola amiga dalia, dalia amarilla; tú que despiertas cada día con la sonrisa de oreja a oreja, y gritando al mundo tu...
Charlotte Salomon o el aullido de la soledad
Charlotte Salomon (Berlín 16 de abril de 1917-Hornos crematorios del Campo de Exterminio Nazi de Auschwitz 10 de octubre de 1943). ...
Raúl Gómez Jattin, el hombre que nos inspiró
En el año 1945, en el mes de mayo se preparaba el nacimiento de un personaje que en un futuro sería considerado como uno de los más ...
Clásicos colombianos: La balada de María Abdala
Entre la vasta y densa literatura colombiana, queremos destacar la obra de Juan Gossaín “La balada de María Abdala”. Una novela e...
Tras las huellas de Mercedes Barcha en la obra de Gabo
“A comienzos de agosto de 1966, García Márquez acompañó a Mercedes a la oficina de correos para mandar a Buenos Aires el manu...