Música y folclor
El maravilloso cumpleaños de Leandro Díaz
El color amarillo se impuso en la fiesta de cumpleaños de Leandro Díaz. Estaba en todo. En las camisas, los vestidos y los calzados de los invitados que acudían con el deseo de ver y escuchar al gran maestro, compartir con él un momento único.
En el escenario preparado para la ocasión, algunos de los mejores músicos ––entre los que cabe destacar el rey vallenato, Almes Granados–– y los familiares acompañaban al artista en su fiesta para interpretar algunos temas famosos.
Ciego de nacimiento, Leandro Díaz fue ubicado pronto en el centro del escenario, frente a un público entusiasta de amigos y conocidos, periodistas y cámaras, que no querían perder un solo detalle de ese increíble concierto privado.
El compositor guajiro vestía una americana blanca sobre una camisa de color amarillo que resaltaba su elegancia y optimismo. A su lado, su hijo Ivo Díaz mostraba una felicidad y un orgullo inquebrantables.
Rápidamente, el genio musical se impuso. Leandro Díaz fue invitado a cantar algunos de sus composiciones más reconocidas en alternancia con su hijo, como un equipo armonioso que disfruta de cada instante.
El nieto también apareció y la foto familiar ganó en colores. Tres generaciones de cantantes de un altísimo nivel llegaron a compartir el escenario para el placer de los invitados. “Dios no me deja” fue uno de las canciones que interpretaron en conjunto, con una emoción que terminó reflejándose en los aplausos del público.
Otros temas como “La Diosa coronada”, “El mal herido”, “Donde” o “Dos papeles” fueron interpretados con un sonido único, lleno de detalles de cariño y cercanía.
Las breves pausas permitían la emisión de mensajes emotivos. Saludos y agradecimientos para un público eufórico. Palabras de satisfacción de un hombre que ha vivido más que nadie (no sólo por su edad sino también por sus experiencias).
Tras la interpretación de los mejores clásicos, la parranda se solemnizó con algunos discursos. Intervinieron los familiares, músicos pero también y sobre todo, el presidente del senado, Juan Manuel Corzo, para entregar al “Maestro de maestros” una mención al mérito.
El cumpleañero recibió el obsequio con mucho júbilo, “Gracias, mil gracias ––dijo Leandro––. No me olvidaré de esto”. Y la parranda siguió con una serie de bandas que interpretaron porros y vallenatos tradicionales.
Fue en suma un cumpleaños inolvidable para un maestro de ochenta y cuatro años. Un hombre que marcó para siempre la historia del Vallenato.
Sobre el autor
José Luis Hernández
La Lupa literaria
José Luis Hernández, Barranquilla (1966). Abogado, docente y amante de la literatura. Ofrece en su columna “La Lupa Literaria” una perspectiva crítica sobre el mundo literario y editorial. Artículos que contemplan y discuten lo que aparece en la prensa especializada, pero aplicándole una buena dosis de reflexión y contextualización.
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