Música y folclor

Las notas de Juancho

Nicolás Fernando Ceballos Galvis

11/12/2024 - 05:20

 

Las notas de Juancho
Juancho Rois, acordeonero y leyenda del folclor vallenato / Foto: créditos a su autor

 

In memoriam de Juan Humberto Rois Zúñiga (San Juan del Cesar, La Guajira, (Colombia), 25 de diciembre de 1958; El Tigre, Estado Anzoátegui, (Venezuela), 21 de noviembre de 1994).

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“…De lejos, muy lejos, un acordeón / De notas muy lindas yo escuchaba / Y por esa nota acentuada / Yo dije enseguida es Juancho Rois / Y me despedí de donde estaba / Y me fui al compás del acordeón / Y cuando iba llegando a la parranda, ¡ay! / Precisamente era Juancho Rois / ¡Él me dijo a'onde estaba! / ¡Con gran emoción…!”.

(Estrofa del cántico, “Las notas de Juancho”, interpretada por su autor, Diomedes Díaz, para el LP “Canta conmigo” (CBS, 1990)).

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El 21 de noviembre de 1994 se vistieron de luto los acordeones. Se vistió de luto el folclor vallenato en general; y, a la postre, “El cacique de La Junta”, Diomedes Díaz, pues, su inseparable compañero de fórmula, el extraordinario acordeonero y compositor de música vallenata, Juan Humberto Rois Zúñiga, más conocido con los seudónimos de “El conejo”, “El fuete”, o, simplemente, bajo el aún recordable e inmortal, “Juancho Rois”, ahora yacía en lo más profundo del lucero espiritual que a lo lejos observaba antes de perecer en un accidente aéreo acaecido en la ciudad de El Tigre adscrita al estado Anzoátegui (Venezuela).

Moría, pues, el sanjuanero, Rois: el hijo de Juan Manuel Rois Fernández y Dalia Esther Zúñiga Vega; el cónyuge de Jenny Dereix; el padre de Juan Humberto Rois Dereix; el acompañante de antaño de los también afamados intérpretes Juan de la Cruz Piña Valderrama (el gran “hombre Caribe”, “Juan Piña”), Elías Rosado y Jorge Oñate, “El jilguero de América” o “El ruiseñor del Cesar”; y el compadre de toda la vida de Diomedes: aquel cantautor de la elegía, “Un canto celestial”, que, lanzada en 1995, en compañía con el entonces jovencito acordeonero, oriundo de Urumita, La Guajira, Iván Zuleta, __bi-rey Vallenato, categoría infantil, 1987 y 1988, y Rey Vallenato aficionado (1994)__, hace entrever, por intermedio de tres dicientes estrofas, su más profunda tristeza producto de la irreparable pérdida de “Juancho” al prorrumpir, a viva voz:

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“…Compadre Juancho no fui a su entierro / Porque no quise verlo enterrar / Oiga compadre no fui a su entierro / Porque no quise verlo enterrar (…) Porque así, yo me hago la idea / De que usted, está viajando lejos / Que está, con Dios allá en el Cielo / Sentado, con el padre a su diestra (…) En cambio, aquí en el cementerio / Compadre, me mata la tristeza…”.

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El versátil “Juancho”, nacido el 25 de diciembre de 1958 en el municipio de San Juan del Cesar (La Guajira), cuna del Festival Nacional de Compositores de Música Vallenata – FNCMV (que en su 47ª. edición a celebrarse entre el 10 al 15 de diciembre de la presente anualidad, homenajeará la efigie del mismísimo, “Juancho”, a treinta años de su fallecimiento, y al cantante, Silvestre Francisco Dangond Corrales), aparte de sus dotes en el lirismo y el acordeón, se le considera impulsor del denominado, “Vallerengue”, (fusión entre el género vallenato y el merengue dominicano), sustentándose lo anterior a partir del proyecto discográfico (post mortem) de 1995 avalado por la Sony Music Entertainment Colombia S.A., “Su gran sueño… “El vallerengue” - Juancho Rois… Canta”, compuesto de los siguientes 10 títulos, (7 propiedad de “Juancho”), en su orden: “Por tu bien”; “Desesperado”; “Reconcilio”; “Déjala”; “¿Por qué razón?”; “Acabaste con mi vida” y “Señor locutor”; y 3 adicionales, a saber: “Por mi madre” (D. R. A.), “La trampa” (Alejandro “Alejo” Durán) y “El vallerengue” (“Los nenes”).

Pero si de presencia artística en pleno se trata, data del lustro 1977 con la aparición del LP, “El fuete”, (Costeño / Codiscos), en calidad de acordeonero de Juan Piña, a efecto de hacer realidad las siguientes composiciones: “El fuete” (Roberto Calderón); “El estanquillo” (Náffer Durán); “La morriña” (Diomedes Díaz); “Muñequita linda” (Martín Maestre); “Luz de amor” (Alfonso “Poncho” Cotes Jr.); “Grito en La Guajira” (Alberto “Beto” Murgas); “El precio de un amor” (Mateo Torres); “No sé olvidar” (Juan Manuel Gutiérrez); “Riña con mi corazón” (Rafael Vega) y “Viernes cultural”, de Máximo Mobil.

Un año después, (1978), se uniría a Diomedes para realizar “La Locura..!”, (CBS): álbum este, que, de acuerdo al clásico, “Mi vida musical”, (1991): “… El tercer paso que di me dejo recuerdos / Cuando grabé la locura con Juancho Rois / Yo no sé porque sería la separación / Porque eso hace tanto tiempo que no me acuerdo / ¡Ay!, grabamos un solo longplay, pero fue tan bueno / Que a mi todavía me dicen que es el mejor (Bis)…”. Y no se equivocan quienes así aún lo piensan, luego, aparte de que se vislumbraba una “dupla de oro”, en todo su esplendor”, __tal como sucedería 10 años después con la aparición de “Ganó el folclor” (CBS, 1988)__, doce temas avalan tal calificación hacia la primera propuesta vallenata procreada por Diomedes y “Juancho”, así: “El alma en un acordeón (D. Díaz); “La piedrecita” (Sergio Moya Molina); “Lluvia de verano” (Hernando Marín); “Amores escondidos” (Mario José Zuleta Díaz); “Sol y luna” (Fabio Zuleta Díaz); “Novia celosa” (Rafael Díaz); “Acompáñame” (H. Marín); “La egoísta” (Mateo Torres); “Lo más bonito” (R. Calderón); “La carta” (D. Díaz); “Vendo el alma” (Carmen Díaz Zuleta) y “Me mata el dolor”, de M. Maestre.

Y a modo de cierre de la década de 1970, la unión con Elías Rosado en lo que concierne a la realización del trabajo musical, “La fuetera”, producido para la entonces CBS, en compañía de las pistas “La primera piedra” (Hernando Marín); “Condición de un parrandero” (Crispín Rodríguez); “Ya no vuelvo” (Mateo Torres); “Esperando tu regreso” (A. Murgas); “El mejoral” (Rafael Escalona); “Piensa” (H. Marín); “Mi consejo” (R. Calderón); “Del tamaño de la luna” (Carlos Huertas); “Muebles viejos” (J.M. Gutiérrez); “Incomprensión” (Romualdo Brito) y “La fuetera”, de Héctor Zuleta Díaz.

Antes del reencuentro con Diomedes, tuvo oportunidad de compartir, entre escenarios y estudios de grabación, con el excelso intérprete vallenato, Jorge Oñate, cuya dupla, bendecida por la CBS, llevó a cabo la creación de seis trabajos musicales, en su orden, “El cantante” y “Ruiseñor de mi Valle” (1981); “Paisaje de sol” (1982); “13º. Aniversario” (1983); “Canto y tradición” (1984) y “El cariño de mi pueblo” (1985).

A manera de resumen fonográfico de las canciones que enmarcan la totalidad de las propuestas, ya citadas, se destacan: “Alicia adorada” (Juan Manuel Polo Cervantes, “Juancho Polo Valencia”); “Fascinación” (R. Brito); “La molinera” (R. Escalona); “Mujer marchita” (Daniel Celedón Orsini); “Lloraré” (Gustavo Gutiérrez Cabello); “Sanjuanerita” (H. Marín); “Nació mi poesía” (Fernando Dangond Castro); “Ruiseñor de mi Valle” (José Hernández Maestre); “Paisaje de sol” (G. Gutiérrez); “Lirio rojo” (Calixto Ochoa); “La gordita” (Leandro Díaz); “Tus ojos negros” (Álvaro Cabas); “Dime por qué” (Pedro García); “La contra” (L. Díaz) y “El cariño de mi pueblo” de G. Gutiérrez.

***

Ahora bien: terminada la era “Oñate – ‘Juancho’”, sin temor a equivocaciones, puede denominarse el reencuentro con Diomedes una especie de “Locura..! (2.0)”, puesto que se harían realidad siete álbumes musicales para la historia y de grata recordación para el público Vallenato en lo que respecta a las producciones avaladas por la CBS “Ganó el folclor” (1988), “El cóndor herido” (1989) y “Canta conmigo” (1990); y, por Sony Colombia, “Mi vida musical” (1991); “El regreso del cóndor” (1992); “Título de amor” (1993) y “26 de mayo”, de 1994, año de su muerte.

Canciones de la talla de “Era como yo”; “Gaviota herida” y “Doblaron las campanas” (de Efrén Calderón); “El culpable soy yo”; “El verdadero culpable” y “No era el nido” (de José Alfonso “El chiche” Maestre); “Al final del sendero” y “Ven conmigo” (de Luis Egurrola); “Tu eres la reina” (Hernán Urbina Joiro); “Déjame llorar” (Reinaldo “Chuto” Díaz); “La falla fue tuya” (Omar Geles); “Amarte más no pude” (Marciano Martínez); las escritas por “Juancho” “¿Por qué razón?” y “Déjala” o las escritas por Diomedes “El cóndor herido”, “Mi primera cana” y “Mi ahijado”, se han convertido por el trasegar de los tiempos en los más sublimes himnos vallenatos hasta nuestros días imposibles de olvidar.

Y hasta se halla en varios discos vallenatos el poder de la estilográfica de “Juancho” con las composiciones de su autoría; en la voz de Diomedes: “Yo soy el que te quiere” (“El regreso del cóndor”, 1992); “Yo soy mundial” (“26 de mayo”, 1994); “No comprendo” (“Un canto celestial”, 1995) y “Aunque no quieran” (“Muchas gracias”, 1996); en la voz de Iván Villazón: “Sr. Dr.” y “Quereme” (“Mar de lágrimas”, 1993) y “Acabaste con mi vida” (“Noticias”, 1994); en la voz de Jorge Oñate: “El afortunado” (“El cantante”, 1981) y “Una ilusión” (“Ruiseñor de mi Valle”, 1981), __ambas, en coautoría con Oñate__; en la voz de Tomás Alfonso “Poncho” Zuleta: “Que te vaya bien” (“Mañanitas de invierno”, 1992), “Reconcilio” (“Tardes de verano”, 1994) y “Contigo nada que ver” (“Hermanos Zuleta / 95…”, 1995); en la voz de Marcos Díaz Alarza: “No finjas” (“Pechichoneando”, 1993); en la voz de Osnaider Brito: “Se la llevaron” (“Los muchachos ‘93”, 1993) y “Por tu bien” (“Imagínate… De nuevo!”, 1994), en la voz de Otto Serge.

***

De seguro, cuando Diomedes llegó a la eternidad, le dedicó una de las estrofas del cántico, “Ganó el folclor”, de la autoría de Roberto Calderón, la cual reza:

“…Que canten, es lo que la gente quiere / ¡Que toquen, que toquen Juancho y Diomedes! / Qué pintor describiría / Sólo Molina podría / Que viva el folclor del Valle...”.

“Juancho”, ¡vive!

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P.S. “Juancho” Rois participó en la edición número 24 del Festival de la Leyenda Vallenata (1991) con los temas: “Cata” (son) (A. Durán); “La zoológica” (Náffer Durán) (puya); “De La Junta pa’ La Peña” (merengue) (Nicolás “Colacho Mendoza) y “Lucero espiritual” (paseo) (“Juancho Polo Valencia”). Salió derrotado por el acordeonero sanandresano, Julián Rojas.

 

Nicolás Fernando Ceballos Galvis

Sobre el autor

Nicolás Fernando Ceballos Galvis

Nicolás Fernando Ceballos Galvis

Comunicación sin fronteras

Comunicador social egresado de la Fundación Universitaria San Alfonso (Bogotá, 2015), destacó, allí, por su informe especial relativo al XII Congreso de teología moral: “La objeción de conciencia: ¿un derecho de la persona?” (Bogotá, 2012), y, en 2014, siendo monitor del Centro de Producción Multimedia y Audiovisual, colaborando, principalmente, en el Boletín Institucional, “Máxima Alfonsiana”, en calidad de redactor. En 2015, fue ponente del Primer Encuentro Interinstitucional sobre Investigación Interdisciplinar, base para la realización del trabajo de grado grupal a efecto de optar el correspondiente grado bajo el título “La investigación interdisciplinaria en la Fundación Universitaria San Alfonso”.

Asimismo, participó, en sus tiempos de bachiller, en el “Primer Concurso de Cuento, Poesía y Dibujo Infantil y Juvenil por la Paz de Colombia” promovido por el Grupo Editorial EDUCAR (2006) y ya en calidad de periodista independiente, obtuvo, en 2022, el primer puesto (categoría crónica corta) por el escrito de su autoría, “Diario de ‘Villa Imperial’”, expuesto al interior del concurso “La realidad de nuestro territorio a través de tus ojos” promovido por la Secretaría de Mujer y Juventud de la Alcaldía del municipio de Funza, Cundinamarca.

Participante en diversos simposios y capacitaciones académicas relacionadas con su carrera tanto a nivel nacional como internacional, desde 2019 cuenta con una amplia experiencia en el sector de las publicaciones periodísticas independientes a través de su blog personal, “Comunicación Sin Fronteras”, bajo la elaboración de artículos de interés general con énfasis, principalmente, en asuntos culturales o de reflexión social; musicales (en especial, sobre su admirado folclor vallenato, asuntos netamente salseros y rancheros) y temas futbolísticos, “a sol y sombra”, en remembranza del título del libro que evoca este deporte de la autoría del extraordinario, ya fenecido, cronista uruguayo, Eduardo Galeano.

Ahora, este joven bogotano, “con corazón costeño”, pretende cultivar un constructo social que, desde diversas temáticas, logre cautivar al público lector mayoritario de PanoramaCultural.com.co a través de sus opiniones reflejadas al interior de su tribuna la cual ha decidido titular, igualmente, con el mote de su blog personal en honor a su trabajo periodístico independiente.

@NicolasFCG1

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