Música y folclor
“Estamos trabajando por algo que nos pertenece a todos”: Lisandro Meza
Llegó al IV Encuentro Nacional de Investigadores de la Música Vallenata recibiendo el cariño de todo un público de conocedores y, en ese contexto, era claro que el homenaje al cantautor Lisandro Meza era un acto de justicia.
En una rueda de prensa tan concisa como intensa, las gafas de sol disimularon una emoción que ya había cristalizado con los saludos y las muestras de afecto de amantes del folclor. Poco antes de entrar en la sala, el abrazo caluroso del compositor Sergio Moya Molina sellaba un cariño entrañable que sabía a admiración.
Ya abiertos los micrófonos y las grabadoras, Lisandro Meza se mostró como lo que es: Un Rey. Para algunos un Rey sin corona, como lo recuerda su canción, y para otros como un Rey depuesto por la inclemencia de un jurado en un Festival Vallenato lejano pero que regresa con todo el apoyo de un pueblo que desea verle en el poder.
Sus palabras fueron de agradecimiento. “Es maravilloso. Se están aprovechando de estas cosas que voy diciendo”, respondió Lisandro a quien le preguntaba por sus impresiones. Luego, se dedicó a limar asperezas y reivindicar una unidad necesaria en el folclor vallenato.
“A veces, algunos se ponen a escribir cosas y lo que hacen es separar el cariño de los compositores de la Sabana con los de la provincia –expresó el cantautor–. Éste es un folclor que nosotros lo trabajamos todos. Estamos trabajando por algo que nos pertenece a todos, sin egoísmos, sin regionalismos. Esto es de todos”.
Destacó las diferencias que existen dentro de la costa, y las ensalzó como una riqueza que contribuye al crecimiento de la música vallenata. “El estilo de la Sabana y el estilo local, tienen dos cadencias. Son diferentes. Cuando el de la Sabana toca un paseo, lo toca y le da una cadencia de lamento como a porro y a la cumbia. El de acá es más rápido, más picao´”.
A continuación, se impuso el discurso de la responsabilidad y la memoria. Como muchos otros representantes del folclor preocupados por el descarrilamiento de un género que ya pierde su esencia, Lisandro Meza alzó una voz de alarma.
“¿La música de hoy? ¡La tiraron a la calle! Ya eso no sirve. Un paseo bien tocado, que tenga asunto, ya no se oye. Lo que hay es una brincadera y eso no va para ninguna parte.”, comentó el cantautor. La explicación de esa deriva, según él, es la falta de escuela y de modelos. Ya todo es aceptable y, en esa perspectiva, se pierden los referentes.
“Lo que pasa es que los jóvenes de ahora nacieron sin escuela. Ellos no respetan ninguna escuela porque nacieron tocando así, lo que encontraron en la calle”.
PanoramaCultural.com.co
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