Música y folclor

Lácides Romero y el arte de crear su propio acordeón

Redacción

22/06/2012 - 11:40

 

Lácides RomeroEl IV Encuentro de Acordeones ofreció unas imágenes inolvidables. Intercambios y conversatorios que permitieron conocer las facetas más inesperadas de grandes estrellas del acordeón.

Lácides Romero es una de esos casos. Un concertista colombiano de gran prestigio que ha tenido la posibilidad de recorrer el mundo entero y que nutre una relación muy especial con su instrumento.

En realidad, su acordeón de teclas es mucho más que un simple instrumento. Es un compañero. Un amigo. Un confidente o, mejor dicho, una extensión de su propio ser.

Tras cincuenta años de poseerlo, Lácides reconoce que su instrumento es un reflejo de toda su conocimiento, el fruto de todas sus búsquedas y experimentaciones. Más que un músico excepcional, Lácides Romero se ha convertido en un técnico del acordeón con 30 años de experiencia.

En el conversatorio organizado en la Casa de la Cultura de Valledupar, el artista explicó detalladamente las modificaciones que ha podido hacer a lo largo de estos años y, con una presentación fotográfica, demostró que todo instrumento puede ser mejorado.

Alguna de las modificaciones realizadas por el maestro consistía en hacer sonar varios acordes a la vez por medio de un botón de selección. De este modo se logra dar más amplitud y potencia a un sonido, pero también ofrecer más variedades.

El artista Facundo Torresán fue uno de los testigos de esos cambios. Él mismo pudo experimentar y contrastar la diferencia entre un sonido y otro, y compartir sus impresiones con el maestro. “”Es una modificación muy ingeniosa –dijo Facundo– y muy útil para recrear ambientes”.

El diálogo propiciado entre los dos músicos fue justamente uno de los más simbólicos de la noche: ver a dos expertos intercambiar sensaciones sobre cómo mejorar sus instrumentos de trabajo diario no deja a nadie indiferente.

De esta manera, el público pudo apreciar la tecnicidad y el grado de conocimiento de los exponentes, antes de escuchar unas magníficas variaciones de Mozart, una contra danza cubana y otros ritmos latinoamericanos.

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Enrique Díaz, el juglar que no vivió de aplausos

Enrique Díaz, el juglar que no vivió de aplausos

Contrariando la tesis popular de que los aplausos son el alimento de los artistas, el juglar sabanero Enrique Díaz Tovar tenía sus ...

El vallenato no es cualquier cosa, es asunto de amor

El vallenato no es cualquier cosa, es asunto de amor

  Un grupo de importantes y reconocidos intérpretes y creadores vallenatos de variadas tendencias y escuelas, reunidos para reclama...

Los Niños del Vallenato y el embajador americano

Los Niños del Vallenato y el embajador americano

El día  no podía ser mejor, nubes despejadas, un sol brillante y una leve brisa que invitaba a buscar  a toda prisa un mecedor o un...

Lucy Vidal y el talento de un corazón vallenato

Lucy Vidal y el talento de un corazón vallenato

En el estrado la llaman Doctora Vidal, pero en el escenario su nombre es Lucy Vidal: una de las mujeres que desde hace años impregna e...

El proceso bandístico del río Magdalena y del canal del Dique

El proceso bandístico del río Magdalena y del canal del Dique

  El rio Magdalena como corredor natural de nuestro país se divide en tres segmentos o cuencas: Alto, Medio y Bajo Magdalena. Este s...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados