Ocio y sociedad
Fabio Zuleta y el arte de la picardía
La presentación del libro “Cuentos costumbristas” de Fabio Zuleta nos abrió la puerta sobre la vida de un personaje destacable de Valledupar, sus superaciones y dificultades, pero también las confidencias de otras grandes amistades.
El testimonio de Julio Oñate fue, sin lugar a dudas, el que más información arrojó sobre el valor literario de Fabio Zuleta: un fiel representante de la “oralitura”, expresión que recoge gran parte de las tradiciones orales de un pueblo.
“Fabio es un artesano de la alegría”, comentó Julio Oñate refiriéndose a esa faceta de humorista imprevisible y a esos innumerables chistes narrados con frecuencia en la radio, todos con final inesperado e irónico.
No obstante, Julio Oñate insistió en la picardía de Fabio Zuleta -el rasgo que mejor lo define- y lo comparó con sus hermanos para llegar a la conclusión de que es el más grande de los Zuleta.
“Cuando está enamorando a una mujer, ese hombre es una metralleta –comentó Julio Oñate ante un auditorio entretenido y, luego, añadió–: Fabio sólo gaguea cuando le cobran”.
Para Julio Oñate no cabe duda de que Fabio Zuleta maneja la picardía mejor que ninguno. “Fabio ha hecho de la picardía un arte –explicó–. Es un pícaro convencido de su arte y, desde el punto de vista social, eso tiene su valor”.
El ponente fue incluso más lejos y habló de un compromiso irrebatible con la picardía. Su franqueza y sinceridad a la hora de afirmar su condición de pícaro es única, de tal modo que Julio Oñate no duda en afirmar que Fabio Zuleta ha hecho de la picardía una religión.
En una frase de Fabio Zuleta queda plasmada esa reivindicación orgullosa de la picardía: “El que me fie o preste, que mire lo que hace porque no le pago a nadie”. En el libro y sus más de 5000 chistes también se encuentra ese mismo espíritu indoblegable.
PanoramaCultural.com.co
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