Ocio y sociedad
Los espejos de América y la Liga contra el cáncer de Valledupar
La Liga contra el cáncer es uno de esos lugares que sin grandes alardes y siempre desde la elegancia, trabajan a favor de la cultura en la ciudad de Valledupar.
Por eso no extraña que la inauguración de la sede renovada fuera entre conocidos y personas que colaboran con la institución desde hace varias décadas. Y tampoco extraña que en ese evento se contara con una nueva versión del gran mural regalado por el artista Francisco Ruiz en el año 1988: Los espejos de América.
Tras varios días dedicados a la actualización de las tonalidades y ciertos detalles de la obra, el artista argentino presenció la ceremonia con una clara satisfacción. La obra ha sido renovada en un 70% con unos tonos plateados y dorados que intensifican el efecto de reflejo de los espejos.
También se destaca el efecto renovado del volumen, muy notable en la representación del pueblo de Nabusimake y la ciudad de Valledupar, y el brillo de las luces que dan fuerza al conjunto de la obra.
En su discurso de apertura, la presidente de la Liga contra el cáncer, Vilma García de Soto, agradeció esta tercera renovación de un mural que alegra la sala de espera principal pero también recordó la gran trayectoria de una institución dedicada a mejorar su entorno social.
Así es como pudimos recordar su constitución el 3 de diciembre de 1979 por iniciativa de Elisa Castro Dangond y Alba Castro, ambas voluntarias hasta la fecha de hoy, y su ubicación en el consultorio del doctor Rafael Gutiérrez.
Más tarde, la Liga contra el Cáncer se instaló en Vallecentro, en un local que facilitó el señor Ruiz Rueda, empresario santandereano. Desde allí la institución desarrolló su labor educativa y la transmisión de enfermos a otras entidades especializadas.
El traslado a la actual sede se hizo casi una década después de la fundación. “En el año 1988 conseguimos este lote comprado a través de remate en una entidad financiera a un precio muy especial”, explicó la presidenta.
Con los planos diseñados por el arquitecto Raúl Gutiérrez, la dirección en construcción de la firma Vidal Cotes, la ayuda especial de la fundación Corona y las donaciones de personas generosas de la ciudad de Valledupar, la Liga contra el Cáncer logró construir la sede donde funciona actualmente, prestando servicio de salud a la comunidad vallenata en el departamento del Cesar y regiones circunvecinas.
Más adelante, el 18 de noviembre de 1980 se organizó el voluntariado, que cuenta hoy con 46 personas totalmente comprometidas, y que sigue siendo una rama importante del funcionamiento de la institución.
PanoramaCultural.com.co
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