Ocio y sociedad
El llamado de Imelda Daza en la Escuela Vallenata de la Paz
En las memorias del departamento del Cesar debe quedar el día en que la señora Imelda Daza intervino en la Escuela Vallenata de Paz para exponer su caso. No por la trascendencia de ese acto, sino por el simbolismo que aúna.
Esta región devastada por el terror de las bandas ilegales y la connivencia de un Estado recupera poco a poco la memoria sobre lo que ocurrió y, en ese proceso lento, el relato de Imelda Daza tiene una especial importancia.
Se dice que la apertura de un discurso es clave para marcar la tonalidad del conjunto. En este caso, la señora Daza dio fe de que una tragedia terrible e incomprensible sucedió en el departamento del Cesar.
“Imelda Daza, sobreviviente al genocidio contra la Unión Patriótica”, así se presentó la ponente antes de referirse a la ciudad en la que nació y a la que volvió después de un exilio de 25 años debido a la violencia armada.
Habló de Valledupar como una ciudad de nombre sonoro y musical. Una urbe de apariencia alegre y festiva, pero donde se concentran enormes contradicciones sociales, graves injusticias, escasa tolerancia política y elevados índices de violencia. “La verdadera historia de Valledupar y el Cesar guarda mucho más que relatos de festival de acordeón, caja y guacharaca”, comentó la señora Daza.
En su intervención no faltaron las referencias al genocidio contra la Unión Patriótica que también se observó en Valledupar. “En 1987, la campaña de exterminio contra la UP provocó la diáspora. Algunos optamos por el exilio, otros subestimaron el genocidio, creyeron factible existir, se quedaron y murieron asesinados”.
La eliminación del contrario ha sido una constante en la historia política de Colombia, algo consustancial a las costumbres políticas, explicó Imelda Daza con un discurso firme y emotivo. Sin embargo ella sigue creyendo en que una paz es posible.
“Cada vez que nos convocan a buscar la paz y la reconciliación, respondemos entusiastas. No importa dónde nos sorprenda el llamado, por eso estoy hoy aquí, dispuesta a participar y a aportar. Quiero creer que esta vez lograremos un acuerdo de paz. Quiero ser optimista pero no quiero pecar de ilusa”.
Para clausurar su presentación, Imelda Daza quiso hacer un llamado muy especial. “Los hombres armaron la guerra en este país. Los hombres han hecho siempre la Guerra. Que seamos ahora las mujeres que hagamos la paz”.
Imelda Daza es hoy candidata a la Gobernación del Cesar.
PanoramaCultural.com.co
0 Comentarios
Le puede interesar
Las mujeres en la política: Martha Peralta Epieyú, la fuerza indígena femenina
Al hablar de Colombia y la participación de las mujeres, es importante hacer referencia al Acto Legislativo No 3 de 1954 que otorg...
El día que desapareció el Frente Nacional en Colombia
El saco que le había prestado Ricardo Díaz, empezó a empaparse con la llovizna que caía sobre Bogotá en esa tarde-noche. Días...
Idecesar, el hogar del nuevo mural de Gabriel Calle
La obra del paisa Gabriel Antonio Calle Arango está literalmente propagada a lo largo y ancho de Colombia y en parte del continente am...
Crónica de un 1-3 en 8-39
“En una tarde calurosa, a orillas del Magdalena, tras la siembra y la faena, pescador y jornalero beben agua de maíz; exhaustos por ...
El empleado en las artes de la pobreza
Quinto de una serie de 6 artículos periodísticos que pretenden rescatar la tradición oral de tres municipios del departamento Cesar:...