Opinión

Los nombres de los colegios en el Cesar

José Atuesta Mindiola

04/12/2013 - 11:10

 

El colegio Loperena en ValleduparUno de los poetas más grandes de todos los tiempos, Jorge Luis Borges, escribió: “Los  artificios y el candor del hombre no tienen fin. El nombre es arquetipo de la cosa, en las letras de 'rosa' está la rosa y todo el Nilo en la palabra 'Nilo'”.

Los nombres no son meras casualidades, tienen su significado y su importancia. Uno de los nombres de mujer más repetido en los católicos que hablan el idioma español es María, porque es un arquetipo de madre inmaculada y mujer perfecta. De los nombres de los colegios son muy conocidos: Jean Piaget, Pestalozzi y María Montessori,  paradigmas universales de la pedagogía.

Son pocas las ciudades del mundo donde no existen colegios con alguna de estos tres nombres. En Bogotá existen instituciones con los nombres de ellos y de otros pedagogos, como el Colegio Distrital José Francisco Socarrás.

¿Y quién fue José Francisco Socarras? Un distinguido hombre de academia, nacido en  Valledupar (1907), médico de la Universidad Nacional y gestor de la fundación de la Normal Superior de Bogotá, cuya rectoría desempeñó entre 1937 y 1944, modernizando los sistemas de aprendizaje y enseñanza, abriendo espacios para la mujer profesional, elevando su nivel cultural para borrar las diferencias que la habían estigmatizado.

Entre 1946 y 1950, con el auxilio de una beca, residió en París y allí hizo especializaciones en psiquiatría, neurología y psiquiatría infantil. Miembro adherente de la Sociedad Francesa de Psicoanálisis y cofundador de la Sociedad Colombiana de Psicoanálisis. Por más de cincuenta años fue profesor en la Universidad Nacional, el Externado de Colombia, Universidad Libre y en la Javeriana.

Dentro de las múltiples facetas de este humanista se destacan su pasión por la filosofía, la historia, la literatura y la política. Representando al liberalismo socialista llegó a la Cámara en 1945, y con Gerardo Molina y Mario Latorre, asistió en París a la instalación del Consejo Mundial de la Paz.

En sus últimos años, perteneció a las Academias de Medicina, de la Lengua y de Historia. Recibió los más altos reconocimientos que otorga el gobierno nacional en el área de la educación. Y murió en Bogotá en 1995.

Es hora de que las autoridades educativas de la ciudad y del Departamento del Cesar reconozcan los méritos pedagogos de este hijo de Valledupar y uno de los próximos Megacolegios lleve el nombre de José Francisco Socarrás.

Aquí nuestras autoridades educativas desconocen a este insigne pedagogo vallenato, y si lo conocen, no valoran su trascendencia, y prefieren, en ocasiones, elegir personas que poca relación han tenido con la docencia para darle el nombre a los colegios.

Nota: El Consejo Directivo del Gimnasio del Norte de Valledupar, en reconocimiento a la labor pedagógica desarrollada en esa institución por la escritora Mary Daza Orozco, debería designar a la biblioteca con su nombre.

 

José Atuesta Mindiola


Sobre el autor

José Atuesta Mindiola

José Atuesta Mindiola

El tinajero

José Atuesta Mindiola (Mariangola, Cesar). Poeta y profesor de biología. Ganó en el año 2003 el Premio Nacional Casa de Poesía Silva y es autor de libros como “Dulce arena del musengue” (1991), “Estación de los cuerpos” (1996), “Décimas Vallenatas” (2006), “La décima es como el río” (2008) y “Sonetos Vallenatos” (2011).

Su columna “El Tinajero” aborda los capítulos más variados de la actualidad y la cultura del Cesar.

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

El poeta Luis Mizar merece algo más

El poeta Luis Mizar merece algo más

Qué triste es ver que una ciudad, una región, y en general un pueblo que se jacta de gritar a los cuatro vientos que vive de la cultu...

Editorial: La juventud en la cultura vallenata

Editorial: La juventud en la cultura vallenata

Todo apunta a que la sociedad vallenata conoce un momento de transición inédito. Las costumbres de las generaciones más jóvenes est...

¿Victimas culpables, victimarios inocentes?

¿Victimas culpables, victimarios inocentes?

“El mundo al revés nos enseña a padecer la realidad en lugar de cambiarla, a olvidar el pasado en lugar de escucharlo, y a acep...

Política, el Cacique de panela

Política, el Cacique de panela

  A finales del diciembre pasado, el radioperiodista Edilberto Castillo, harto de una sopa de patos, soñó que Ernesto Orozco ser...

470 años de abandono, atraso y olvido

470 años de abandono, atraso y olvido

Tamalameque, pueblo de más de cuatro siglos de vida, paraíso escogido por Dios, situado a la margen Derecha del Río Grande de la Mag...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados