Opinión
Motociclismo, ¿Transporte familiar o público?
Celebrar el cumpleaños de nuestra ciudad a la par de la expedición de un decreto cuya aplicabilidad generó en las calles disturbios, gases lacrimógenos que llegaron a alcanzar mi propia humanidad, disparos al aire, gritos y sustos de implicados y ajenos al asunto son situaciones que marcan y te llevan a preguntarte tantas cosas al tiempo.
¿A quiénes coartan bajo la medida de un decreto a los motociclistas o mototaxistas? ¿Cuál es la diferencia entre uno y otro? ¿Cómo diferenciarlos? ¿Puede el motociclista encajar su núcleo familiar a lo establecido en un decreto? ¿Son acaso estandarizados los núcleo familiares? ¿Si ese núcleo familiar no encaja en los patrones establecidos en el decreto el transporte entonces se vuelve público? ¿Si eso así fuere entonces al no encajar en el núcleo familiar establecido en el decreto, todo el que transporte allí lo hace parecer un transporte público? ¿Deja de ser motociclista y pasa a ser mototaxista? ¿Es de considerar un remedio el mototaxismo producto de la ausencia de oportunidades laborales ó es una enfermedad consecuencia de la falta de oportunidades laborales sumada a la poca y mala prestación de servicio público de transporte?
Lo cierto aquí es que negar que el motociclismo se quiera o no corre el riesgo de ser visto de manera ligera como potencial mototaxismo y que este último es un servicio que se ha venido afianzando y que lleva un acumulado de existencia en nuestra ciudad de cuatro administraciones (algo así como dieciséis años) que se han hecho las de la vista gorda con el asunto en cuestión, es como pretender tapar el sol con un dedo.
¿Es aplaudible el acto autónomo y absoluto de expedir un decreto de visos inconstitucionales que pretende cortar de tajo una actividad para luego sentarse a conciliar y soluciones buscar? ¿Cuántas familias hay detrás de este oficio? ¿Cuántos son los mototaxistas? ¿2700, 3200, 6000, 7000? ¿Cuántos realmente son? ¿Cuántos provienen de aquí y cuantos provienen de otros lados (corregimientos y municipios aledaños)? ¿Cuántas son los integrantes de familia que derivan su sustento de este oficio del mototaxismo, acaso 15.000, 18.000, 33.000, 40.000 personas? ¿Qué va a ocurrir con todos ellos?
¿Era el decreto una medida de solución? ¿Por qué no un “Acuerdo consensuado” con concejales a bordo y las partes implicadas en donde todos hubiesen tenido participación y compromiso con la búsqueda de soluciones en pro de la prevalencia del bien general sobre el particular? ¿Qué es mejor en estos casos: el consenso o el autoritarismo? ¿Logrará un autoritario decreto que al igual que los gases lacrimógenos parecía fumigar todo menos el fondo del asunto, acabar con la raíz del problema? ¿Pareciera entonces un “Decreto Glifosato”, mata todo menos la raíz? ¿Cuál será la suerte de ese 61% de vallenatos que trabajan nueve horas diarias y derivan su sustento del oficio de mototaxismo? ¿Qué pasará con ese 80% de vallenatos que se movilizan en motos?
“No hay que llorar ya sobre la leche derramada” dice un dicho, lo cierto aquí es que la situación presentada se tiene que corregir en la marcha ya, llamar a los que no se llamaron antes de expedir el decreto: dialogar con los motociclistas, acordar entre las partes primeramente el respeto y acato a las normas de tránsito, empoderar a los mismos mototaxistas del cumplimiento de las normas capacitándolos y haciéndolos participes de la divulgación y cumplimiento de las mismas mediante campañas pedagógicas, manejar un horizonte de tiempo en el proceso de implementación de lo establecido en el decreto, con tiempos razonable que se puedan llegar a cumplir entre las partes, mejorar de manera integral los servicios de la Secretaria de Transito en especial en la reglamentación y señalización y sentidos de las vías en la ciudad, estructurar una real alternativa de ocupación para todos aquellos mototaxistas que vean la posibilidad de cambiar de oficio, pues querámoslo o no muchos seguirán en esta actividad y lo que aquí se tiene que garantizar desde el Sistema Estratégico de Transporte Público es un transporte “3 F+O” (Eficiente, eficaz, económico y oportuno) esto permitiría ver el mototaxismo como un transporte complementario y paralelo que cada cual de acuerdo a su juicio y parecer comparará, escogerá a cuenta y riesgo.
El autoritarismo como tal no es la salida, ni mucho menos solución, es el consenso y la unidad en pro de la búsqueda conjunta de solución para el beneficio de todos sin exclusión.
Yarime Lobo Baute
@YarimeLobo
Sobre el autor
Yarime Lobo Baute
Obras son amores
Soy la que soy: Mujer, Artista desde mi esencia, Arquitecta de profesión, Fotógrafa aficionada, Escritora desde el corazón y Emprendedora por convicción. Una convencida de que la OBRA está más allá de los cementos, son cimientos que se estructuran desde el SER, se traducen en el HACER y traen como consecuencia un mejor TENER.
Las OBRAS son esos AMORES intangibles y tangibles que están por encima de las mil y una razones.
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