Opinión
Editorial: La Cultura como factor de crecimiento
La cultura está ganando mayor protagonismo en la sociedad colombiana. Y esa tendencia ha ido reforzándose desde el año 2012 a nivel nacional.
En cifras publicadas por el Ministerio de Cultura, la actividad del sector de la Cultura ya supera en Colombia ciertos segmentos considerados como claves en la economía hace unos años. Así es como el sector cultural supera los rendimientos de un cultivo tan simbólico como el café.
Y esa tendencia seguirá creciendo, así lo determina la evolución de los países desarrollados. La lógica es que la economía naranja –o economía creativa, bajo este nombre es como se reagrupan todas las actividades económicas ligadas a la Cultura– siga creciendo durante los próximos años con el crecimiento del bienestar, el turismo interno y externo.
A esta economía naranja hay que mirarla con seriedad y profundidad, e integrarla en los proyectos de ciudad. Los próximos candidatos políticos -pero también gestores culturales que integren las Casas de Cultura y otras instituciones públicas–, deben pensar en serios planes para que sus ciudades crezcan de igual manera que lo hará el país.
Obviamente, se trata de mirar la Cultura de otra manera. La Cultura no es una simple actividad recreativa improvisada que favorece la convivencia, y que armoniza las realidades, sino como una plataforma para el desarrollo educativo y económico de una ciudad y de una región entera.
Favorecer la aparición de empresas ligadas al turismo, folclor, edición musical, cinematográfica o literaria (entre muchas otras posibilidades), estructurarlas o encaminarlas hacia diferentes objetivos (rutas turísticas, organización o promoción de eventos), es algo que puede impulsar seriamente una ciudad y todo su tejido económico y social.
Seamos realistas: el gran potencial de la costa Caribe, y por ende, de Valledupar, es el turismo y su cultura. Toda apuesta seria y sostenible debe pasar por una cuantificación y una proyección de esta economía naranja.
De la misma forma, el desarrollo de la economía creativa no puede ir ligado a un solo “Macro proyecto” como el Centro Cultural de la Música Vallenata que, si bien reforzaría el folclor vallenato y la preservación de su memoria, tendría poco impacto sobre la actividad cultural, el entretenimiento y la oferta turística de la capital cesarense a nivel regional y nacional.
Como conclusión: Economistas y dirigentes políticos, sean creativos y consecuentes en sus programas electorales. Prioricen la cultura.
PanoramaCultural.com.co
1 Comentarios
Buenos dias: ¡Una excelente reflexión! Hace dos años estuve en Praga y precisamente lo que más me llamó la atención es la gran oferta cultural que hay en todas sus calles; nunca había visto algo así de contundente. El turismo es importante pero se convierte en una fuerza mucho más poderosa si se le suma un proyecto cultural que no hace sino enriquecer a la sociedad y al país. Berta Lucía Estrada, autora de la columna Fractales
Le puede interesar
Editorial: un homenaje a 463 años de historia
Cada año, el 6 de enero, Valledupar celebra su fiesta. Una fiesta que va ligada a su fundación y al desarrollo de una identidad únic...
Y el sapo quiere deslucir al cocuyo
La sociedad colombiana puede aguzar los sentidos fácilmente si repara los comportamientos conductuales de sus representantes y dirigen...
Un mango y una jarra con agua por cien gramos de oro
Luis, un joven de 18 años. Sus padres, dos afortunados que heredaron tierras en el Cesar y La Guajira. Todas sus tierras eran apetecid...
El efecto Trump
Evocar a los Estados Unidos de América es remembrar al país que permitió poner fin al holocausto nazi, a la nación que en sus...
Solo los ungidos
La semana pasada analizaba grosso modo algunos aspectos de la llamada izquierda colombiana y, manifestaba que me parecía una posici...