Opinión

“Ni una mujer menos, ni una muerta más” (2)

Ilka Oliva Corado

04/08/2015 - 06:00

 

No es culpa del reguetón. 

Cuando era adolescente escuchaba que decían que el culpable de tanta depravación en la juventud  era  el desgraciado de El General por sus canciones provocadoras. El General es el cantante panameño que puso a la generación del noventa a menear las caderas con el reggae de ritmos callejeros.

Efectivamente la letra de sus canciones son la viva violencia de género,  no en sí la música, la música cada quien la baila como quiere. Cómo olvidar las maldiciones que le echaron a La Lambada acusándola de incitar a la degeneración.  A la famosa Sopa de Caracol también le llovió. 

Hoy en día escucho que dicen que la depravación de la juventud es culpa del miserable reguetón que es la perdición. También es cierto que la letra del reguetón  denigra en todo momento a la mujer y la coloca como objeto sexual, siendo esto una clara definición de violencia de género. Los ritmos son pasión y cada quien vive sus pasiones como quiere, la música en sí  nada tiene que ver con la violencia de género. Que las personas sigan modas es cosa aparte. 

Lo que sucede con el reggae y el reguetón de exponentes como El General es que dicen las cosas con el lenguaje claro de barriada, desnudas sin moldearlas, directas. Ellos lo único que hacen es pasar a canciones el lenguaje diario de las periferias donde vive la juventud estigmatizada por el sistema y el clasismo. No se les puede satanizar y decir que son ellos los únicos culpables de la violencia de género. Eso  es etiquetar a la juventud de periferia porque esos cantantes vienen de ahí del inframundo. 

Si vamos a hablar de violencia de género en la música ahí está claramente Romeo Santos y los exponentes de hoy en día en la bachata, lo disfrazan de romanticismo pero la letra es violenta y denigra y cosifica a la mujer. Ricardo Arjona que tiene canciones misóginas y que menosprecian a la mujer y la colocan como un cuerpo a abusar en cualquier lugar, todo esto disfrazado de romanticismo y de poesía barata.

El género ranchero, el pop, las baladas, en todos los géneros hay canciones que cosifican a la mujer, que la ultrajan. Por supuesto que  el reguetón también pero no se puede culpar al reguetón con toda la intención de denigrar su origen y a quienes lo bailan que son las mocedades de las barriadas. Si vamos a hablar de violencia de género destapemos todos los focos: la televisión, la radio, el sistema. La familia, la escuela, la comunidad, la iglesia. La violencia de género la reproducimos todos, unos por hacer y otros por callar y con esto solapar. Está en el cine, las telenovelas, en las actitudes machistas y misóginas con las que nos crían. Culpar al reggae y al reguetón es denigrar a la juventud de periferia. La violencia de género está en todos los niveles de las clases sociales, es más cubierta en las altas esferas por el qué dirán, pero ahí también existe. 

Si desaparece el reggae y el reguetón la violencia de género continuará porque los cimientos están en nuestros hogares, los continuamos en la escuela y en la comunidad y así se van extendiendo los tentáculos. La violencia está en esos chistes misóginos que hacen los hombres y con los cuales las mujeres también reímos solapándolos con nuestra diversión. 

La violencia de género es negar que las mujeres tengamos el derecho a abortar. Violencia de género es aceptar las violaciones como normal o acusar a las víctimas de incitar. Es negarnos los Derechos Humanos. La violencia de género tiene innumerables rostros venir y culpar al reguetón es no comprender la magnitud del problema y encapsularse en estereotipos. Los feminicidios no los genera el reguetón, sus causas vienen de esa raíz machista y patriarcal que nos tiene infestados a todos en todos los ámbitos de la vida y de la sociedad.

Violencia de género son los mal llamado piropos callejeros. Son las miradas lascivas. Son los comentarios y las acciones sexistas. Las violaciones sexuales que se ejercen desde la superioridad de un puesto de trabajo, un título de universidad, un lazo consanguíneo, todas desde la inferioridad de un ser mezquino. Para hablar de violencia de género tenemos que vernos en un espejo. No estoy defendiendo el regué ni el reguetón porque sus canciones son misóginas, pero también lo es el sistema patriarcal en el cual todos estamos inmersos. 

 

Ilka Oliva Corado  

@ilkaolivacorado.

Estados Unidos | Crónicas de una Inquilina

Sobre el autor

Ilka Oliva Corado

Ilka Oliva Corado

Crónicas de una inquilina

Escritora y poetisa. Ilka Oliva Corado nació en Comapa, Jutiapa, Guatemala, el 8 de agosto de 1979. Hizo estudios de psicología en la Universidad de San Carlos de Guatemala, carrera interrumpida por su decisión de emigrar a Estados Unidos en 2003, travesía que realizó como indocumentada cruzando el desierto de Sonora en el estado de Arizona. Es autora de dos libros: Historia de una indocumentada travesía en el desierto Sonora-Arizona, y Post Frontera.

@ilkaolivacorado

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Las fiestas del Guatapurí

Las fiestas del Guatapurí

Un compositor cañaguatero, Nicolás Maestre Martínez, nacido en Patillal, estudiante del glorioso Colegio Nacional Loperena, esplénd...

Del encuentro con Gabo y la historia del piano a cola (1a parte)

Del encuentro con Gabo y la historia del piano a cola (1a parte)

Viví en Barcelona entre el 2 de Enero de 1970 y el 30 de Diciembre de 1972, acosado por la ruina de mi padre, bananero, a quien los de...

El alcalde y la pintura de la ignorancia

El alcalde y la pintura de la ignorancia

  Haber sepultado con los rodillos del desconocimiento artístico-cultural y la pintura de la ignorancia –Para efectos de esta co...

Derecho a morir digna o indignamente

Derecho a morir digna o indignamente

Al leer la noticia en varios periódicos de cómo el señor Tito Livio Gutiérrez, un hombre de 94 años, en uso de sus facultades me...

Catedrático: ejemplo de trabajo por horas

Catedrático: ejemplo de trabajo por horas

  El trabajo por horas existe: así trabajan buena parte de los docentes universitarios y los médicos generales. Desconozco el ámbi...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados