Opinión
Editorial: La importancia de la Opinión en el periodismo regional
El nacimiento del periodismo de opinión se origina a finales del siglo XIX junto con la aparición en Estados Unidos y Europa de periódicos con marcadas ideologías, pero también con la iniciativa de empresarios que ven en la comunicación una fuente interesante de negocio.
El caso del capitán Dreyfus en 1898, acusado en Francia por traición, y defendido por el escritor Emile Zola en un artículo titulado “J´accuse” (“Yo acuso”), se transforma en una de los momentos históricos en el que el periodismo de opinión fue determinante.
Por su lado, el empresario Joseph Pulitzer, editor del, World de Nueva York, sostenía que el lector "debe conocer el punto de vista del diario, porque es inmoral cobijarse detrás de la neutralidad de las noticias". Su concepto del periodismo y su deseo de destacar la opinión como elemento fundamental de un medio de comunicación vino a enfrentarse con uno de los grandes conceptos del periodismo -la objetividad- y provocó un giro definitivo en la forma de concebir la noticia.
Desde entonces, la opinión ha servido a nivel mundial para denunciar y criticar ciertos abusos, situaciones delicadas o prácticas fraudulentas. En todas partes, desde las tertulias de programas televisivos hasta las columnas de medios digitales e impresos, la opinión es omnipresente.
En Colombia, pero sobre todo en las regiones alejadas de la capital, el papel de la Opinión es hoy en día más determinante que nunca para entender lo que sucede y conocer las versiones no-oficiales. La opinión es, en muchas ocasiones, la que se acerca a ciertos temas incómodos, esos asuntos que, por múltiples intereses, políticos y económicos, o incluso temores o incompetencia del medio– no se tocan.
Por eso la necesidad de tener columnistas que hablen desde lo que saben, desde su experiencia y su formación, desde su perspectiva, para ayudar la opinión pública a entender las verdaderas problemáticas que atraviesa un sector, una comunidad o una población.
Una buena columna de opinión no es la que viene a rebatir e imponer una postura con palabras contundentes, sino la que se impone por su pertinencia y conocimiento, la que redefine el entorno, la que viene a aportar con claridad y sin exceso de lenguaje, los detalles necesarios para entender lo que está sucediendo y las implicaciones que puede entender el hecho tratado.
Es también importante resaltar que no todo el mundo puede opinar de todo. No todo el mundo sabe hacerlo. Y es que ciertos temas requieren un conocimiento analítico y técnico –sea administrativo, cultural, científico, político, arquitectónico o comunicativo, por decir algunos–, pero también una cierta autoridad moral y profesional.
PanoramaCultural.com.co
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