Opinión

El amor que emana

Ilka Oliva Corado

28/10/2015 - 05:05

 

Vagaba por no sé qué calle de mi quinto sueño cuando sentí un empujón por la espalda que me hizo caer de nariz sobre el adoquín, fue mi teléfono celular sonando el que  me despertó de golpe. Veo la hora, son las once treinta  de la noche.

¿Qué suena? Me pregunto adormilada revisando el celular para ver si es llamada o mensaje de texto. Es el WhatsApp, enciendo la luz y lo reviso, es un mensaje de una amiga de mi infancia que me escribe desde Ciudad Peronia: ¡Negra, negra, la fulana se va a casar con un hombre! Yo todavía con la modorra: ¿Y para decirme eso me despertás?, ¿qué fulana? (La curiosidad mató al gato). ¡La que te presenté que  es lesbiana!  En el sopor de las horas de la noche otoñal  y el calor de mis sábanas trato de recordar a quién se refiere. ¿Quién? Le vuelvo a preguntar. La fulana aquella hombre, Negra,  la que te presenté… Y me da santo y seña, aún así no logro recordar pero le escribo con las ganas de volver a vagar por la calle donde andaba cuando me despertó su mensaje: ahí dejála hombre, qué bueno por ella. 

Negra pero ella era lesbiana declarada, ¡estoy que me infarto, se va a casar con un hombre! Logro recordar de quién se trata y sí, la muchacha se declaraba homosexual alfa,  de dormir con una mujer diferente cada noche, que había barrido con todas las edades y clases sociales  y que era intensa en la cama, que ningún hombre había logrado complacerla como las mujeres. Y así y así sus historias que dejaban en la calle de la amargura a los relatos de Anais Nin. 

Negra, pero era lesbiana, ¿cómo puede casarse con un hombre? Mi amiga admirada que no lograba asimilar la noticia. Con toda la tranquilidad del mundo le escribo: le llegó el amor, es solo eso, le llegó el amor, el amor no tiene nada que ver con los géneros,  ni con sexo,  es cuestión de almas. Le llegó el amor que emana. Me dijo que necesitaba tomarse un trago de algo fuerte para prevenir el infarto ya que  la noticia la tenía sorprendida. Y yo lo que necesitaba era volver al quinto sueño donde andaba  cuando ella me despertó, y con suerte tal vez regresar  a la misma callejuela donde me encontraba  caminando entre neblina, árboles de flor de fuego, casitas de teja rojiza y tapiales de adobe, en algún poblado del oriente guatemalteco. 

Nos despedimos, apago el celular y vuelvo a la tibieza de mis sábanas. Por unos instantes pensé en la belleza que enamora, que no es ordinaria y que seguramente fue esa belleza la que llegó a la vida de la muchacha, que se convirtió en amor, en el amor que emana. Que no nos tiene que causar sorpresa, porque es ilimitada y transparente, que los credos, edad, nacionalidad, clases sociales, idioma y géneros son imperceptibles, realmente insignificantes ante una lindeza tan sui géneris que nos desborda el alma. 

Esa misma belleza se da entre personas del mismo género y no tiene por qué ser rechazada por la sociedad, el amor tiene derecho a ser y  a salir de las normas patriarcales, de la heterogeneidad, del odio, de la homofobia, de nuestros estereotipos plagados de doble moral.  De nuestros miedos inculcados por tradición, cultura y religión. 

El amor que emana tiene derecho a florecer en cualquier lugar, y nosotros la obligación humana de dejarlo ser.

Para: Las almas sui géneris que están allá afuera, atrévanse a ser. 

 

Ilka Oliva Corado 

Sobre el autor

Ilka Oliva Corado

Ilka Oliva Corado

Crónicas de una inquilina

Escritora y poetisa. Ilka Oliva Corado nació en Comapa, Jutiapa, Guatemala, el 8 de agosto de 1979. Hizo estudios de psicología en la Universidad de San Carlos de Guatemala, carrera interrumpida por su decisión de emigrar a Estados Unidos en 2003, travesía que realizó como indocumentada cruzando el desierto de Sonora en el estado de Arizona. Es autora de dos libros: Historia de una indocumentada travesía en el desierto Sonora-Arizona, y Post Frontera.

@ilkaolivacorado

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Solucionadores de todo

Solucionadores de todo

  La política es un tema apasionante. No participo activamente en el sentido de salir a la plaza a discursear ni a pedir votos por c...

El servicio de agua potable en Valledupar (Parte final)

El servicio de agua potable en Valledupar (Parte final)

  Retomando el tema iniciado la semana anterior, con respecto al servicio de agua potable en la capital del Cesar, nos ocuparemos en ...

Alberto Fernández Mindiola, el homenajeado

Alberto Fernández Mindiola, el homenajeado

En la capital del país logramos hace ya un par de años agremiarnos un grupo de amigos nacidos en distintos lugares del caribe colom...

Reflexiones en el aislamiento

Reflexiones en el aislamiento

Viernes 20 de marzo, se inicia un largo y tensionante fin de semana incluyente de puente festivo, restricciones, ley seca, incertidumbr...

El despilfarro de las regalías

El despilfarro de las regalías

El pasado 6 de febrero CESORE (el Centro de Estudios socioeconómico y regionales) publicó el estudio “Impactos socioeconómicos de ...

Lo más leído

¿Qué es la oralidad?

Javier Zamudio | Patrimonio

Vida y trayectoria de Rafael Pombo

Redacción | Literatura

La Cultura y el laberinto del poder

Omar Castillo | Pensamiento

La parranda vallenata como un ritual de amistad

María Ruth Mosquera | Música y folclor

La magia de Escalona

Alberto Muñoz Peñaloza | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

El Vallenato de Rafael Escalona

Darío Blanco Arboleda | Música y folclor

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados