Opinión
Editorial: Valledupar, tierra de poetas
La semana pasada, la capital del Cesar fue el escenario de un encuentro inédito. Poetas del mundo, en plena gira por los lugares más inesperados de la geografía latinoamericana, decidían hacer un alto en el auditorio de la Biblioteca Rafael Carrillo y difundir sus versos y conceptos.
Fue un momento único en el que la palabra se mostró en su estado más libre. Diluvios de metáforas, hipérboles y eufemismos inundaron el espacio mientras los poetas reconstruían las imágenes nacidas en sus momentos de soledad.
El instante fue registrado en alguno de nuestros artículos, y el éxito del evento era innegable. Llenar una sala con un evento de poesía y, además sin una difusión masiva, es en sí un éxito y una prueba de que la poesía tiene en Valledupar un nido de seguidores bien atestado.
En realidad, más que acoger poetas del mundo, Valledupar es una ciudad productora de poetas. Un desván de oradores que cultivan, esculpen y pulen la rima como artesanos en un taller abierto las 24 horas del día.
Pocas ciudades muestran esa pasión por el verso y la métrica. Pocas urbes se trasnochan por el simple amor a la palabra. Y ese afecto no sólo se deriva del vallenato, sino que nace de la expresividad de una gente que explora las emociones del instante, alaba la luz de la mañana, comparte el valor de la palabra y el peso del tiempo.
En muchos barrios de esta bella región, se transmite el gusto por la lírica entre familiares y generaciones. Se explora en las universidades o en las bibliotecas, se expone públicamente en los atardeceres y se acompaña a menudo de un fondo musical.
En nuestra revista, florecen los detalles de veladas poéticas en las casas de bahareque, pululan las iniciativas bajo la luna llena, los encuentros mensuales en los que se invita a decantar y exponer el conocimiento literario.
Valledupar tiene muchas voces activas que se esfuerzan a diario en perfeccionar el ritmo, la estética y la rima de sus escritos, que participan en cada acto por el amor al arte.
Los artistas cesarenses invitados en la noche de Poetas del mundo: Luis Alberto Murgas, José Atuesta Mindiola y Luis Mizar representan las voces de una generación llena de talento y de experiencia.
Pero pensemos también en la multitud de poetas que trabajan activamente para la lírica departamental desde la UPC, los círculos independientes, las bibliotecas o el Banco de la República.
Gracias a todos ellos (y muchos otros que aquí descubriremos), Valledupar respira y destila poesía. Produce y distribuye prosa a quien quiera disfrutarla. Ahora, sólo nos queda exponerla al resto del país y del mundo.
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