Opinión

Olafo, ¿El amargado?

Gloria Cepeda Vargas

23/02/2016 - 05:00

 

Como las caricaturas y algunas de las columnas de Daniel Samper Ospina que aparecen en la revista  “Semana”, las tiras cómicas producen un efecto balsámico. Por eso, los episodios gráfico textuales de Olafo el Amargado, son para mí como esa banca sombreada  que topamos de pronto en cualquier parque  cuando el sol del mediodía aprieta.

A este Olafo, como sucede con sus congéneres, no hace falta aplicarle el bisturí tradicional. El vikingo que intuimos  o sea su aguerrido y fisgón antecesor como predican las cojeras de la historia, era un señor danés de nacimiento, fornido y barbitaheño por tradición y  supuestamente pantagruélico, que irrumpió desde las gélidas aguas septentrionales para dedicarse a surcar sin cansancio  mares entonces vírgenes. Pero sucede que esta imagen no se corresponde con las tiernas redondeces  y la  casi infantil catadura del susodicho. El Olafo que toca para mí su organillo entre la espeluznante maraña noticiosa del país, es algo así como un parce, un hermanito menor, un primo con quien alguna vez inventamos todas las ilusiones y los desencantos del decálogo.  

Unido para siempre a Helga, la también esférica matrona que entre resignada y orgullosa abrillanta los pisos de la vivienda familiar y  prepara viandas dignas de Heliogábalo,  su vientre embutido en una casaca sin  remiendos, abriga planetas de agua dulce y galaxias liliputienses. Éter para criaturas solo posibles en el laberinto de los sueños, ahí no existen los agujeros negros ni la fuerza de gravedad que a veces nos juega malas pasadas. La nariz, roja y redonda como un rábano  nuevo, recuerda la inocencia de las muñecas de trapo.

Afortunadamente me digo, los vientos del desierto nos dejaron enredada en algún recodo del camino, algo de la desprevención que nos doró la infancia. 

Por eso este vikingo nacido en todas partes y en ninguna, es un camino largo. En los dos cuernos que le revientan el casquete,  quedó encantada para siempre el asta que le falta al unicornio.

 

Gloria Cepeda Vargas 

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

¿Dónde quedó el Festival de La Leyenda Vallenata?

¿Dónde quedó el Festival de La Leyenda Vallenata?

  Si a varios colombianos e inclusive conocedores de la música vallenata les preguntan de dónde se origina el nombre del festival m...

Concesión vial Cesar-Guajira: Mal negocio para la gente, bueno para el capital privado

Concesión vial Cesar-Guajira: Mal negocio para la gente, bueno para el capital privado

Colombia es un país de tradiciones arraigadas, da cuenta de ello la importancia que tienen los valores familiares en épocas como la...

¿Tragando sapos?

¿Tragando sapos?

Salvo los acongojados seguidores del senador Uribe todos estamos felices por la firma del acuerdo final entre el gobierno y las FARC....

La UPC en la encrucijada

La UPC en la encrucijada

Un interesante volante me fue entregado en la alcaldía de Valledupar por el grupo que respalda la candidatura del docente Juan Carlo...

Asi escriben y opinan nuestros lectores

Asi escriben y opinan nuestros lectores

  A raíz de la polémica que se ha suscitado con la aparente crisis por la que atraviesa hoy nuestra musica, son muchos los escrit...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados