Opinión

No tengo con qué pagar la entrada al lanzamiento

Jorge Nain Ruiz

08/04/2016 - 04:50

 

Lanzamiento del Festival Vallenato en Cartagena / Foto: Adamis Guerra

Ustedes recordarán los masivos eventos de lanzamiento de los trabajos discográficos de Diomedes, del Binomio de Oro, de los Hermanos Zuleta y de otros artistas vallenatos que, al igual que el Festival de la Leyenda Vallenata, otrora se hacían por las calles en multitudinarias caminatas que casi siempre terminaban en un concierto en plaza pública totalmente gratis y con el exclusivo propósito de invitar al pueblo en general a escuchar y a comprar el disco.

Hoy aún, cuando se hace el lanzamiento de un libro o de cualquier producto y pretendemos con ello la promoción del mismo,  por obvias razones no cobramos la entrada al lugar, pues estos parámetros no son los mismos que emplea la Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata en las políticas que tiene para hacer los lanzamientos del Festival en las distintas ciudades del país; por lo menos en Bogotá este acto se ha convertido en elitista y excluyente, por decir lo menos.

Un amigo bogotano me decía: qué lastima que no pueda ir al lanzamiento del festival vallenato en Bogotá porque no tengo plata para pagar la entrada y me he puesto a analizar el fenómeno y no le encuentro lógica. Creo que estos lanzamientos no tienen fin distinto a invitar a los colombianos a visitar nuestra hermosa ciudad de los Santos Reyes y a disfrutar del evento folclórico, musical  y cultural más importante del País, todos los años a finales del mes de abril, dicho de otra manera, a llevar el mayor número de turistas al Festival.

Efectivamente, los directivos y organizadores han escogido para lanzar el festival vallenato en Bogotá uno de los escenarios más importante, emblemático y elitista de la capital, el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo.

Si usted quiere ir acompañado de alguien, debe destinar, por lo menos,  doscientos mil pesos; luego entonces el evento es para los estratos económicos más altos, lo cual a mi juicio es un error de marketing, porque promocionar el Festival vallenato en una ciudad de más de ocho millones de habitantes, solo ante trescientas o quinientas personas y a puerta cerrada, no es lo mismo que hacer un acto masivo y gratuito en el parque Simón Bolívar o en la plaza de Bolívar.

Estoy seguro de que la Fundación tendrá sus razones para haber tomado esa decisión desde hace ya  varios años; que entre otras pueden ser, de una parte, darle “caché” al vallenato, y de otra, recaudar recursos para fines altruistas; pero en mi humilde criterio no son suficientemente contundentes para contrarrestar la idea de que los lanzamientos entre más masivos más productivos.

 

Jorge Nain Ruiz

@JorgeNainRuiz

Sobre el autor

Jorge Nain Ruiz

Jorge Nain Ruiz

Vallenateando

Jorge Nain Ruíz. Abogado. Especializado en derecho Administrativo, enamorado del folclor Vallenato, cantautor del mismo. Esta columna busca acercarnos a una visión didáctica sobre la cultura, el folclore y especialmente la música vallenata. Ponemos un granito de arena para que la música más hermosa del mundo pueda ser analizada, estudiada y comprendida.

@jorgenainruiz

1 Comentarios


Jairo Tapia Tietjen 08-04-2016 04:11 PM

Estamos en el mundo del absurdo donde es más importante que los cachacos bogtanos que frecuentan el Jockey club o la zona rosa elitista sepa qué es y cómo se cocina el vallenato, que tal vez jamás comprará ante una estrella de hard rock o heavy metal que esa "corronchera" vallenata,ala, como diría el rolo más estirado de la Candelaria. En materia de gustos no hay disgustos... En cambio millones de bogotanos cuya afición al vallenato es auténtica, desde hace lustros, jamás soñarían con poner los pies en ese mausoleo rígido y casi embalsamador que es el Salón Stodomingo, como había ocurrido con los salones de teatro y espectáculos en las viejas salas de la capital. Rectificar es el placer del sensato, diría Sn Agustín ... *¡Bon Sort!!

Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Tres alegres tigres consejeros

Tres alegres tigres consejeros

Cualquier ciudad que se respete en Colombia tiene apodo. Cualquier persona que viva aquí, también los tiene. Valledupar es la Capit...

Entre el Dum-dum de las tamboras y las notas de un acordeón

Entre el Dum-dum de las tamboras y las notas de un acordeón

  A pesar de haber nacido en Tamalameque, cuna de Tamboras, de venir de un hogar donde mi padre es referente, investigador y defens...

¿UPC o PFU?

¿UPC o PFU?

En Colombia, según el ministerio de educación, la educación se define como un proceso de formación permanente, personal cultural ...

Los fenómenos que atacan a Colombia (2nda Parte)

Los fenómenos que atacan a Colombia (2nda Parte)

En Colombia pasan las cosas más absurdas e increíbles. Da la sensación de que solo pasan aquí, como un fenómeno extraño de real...

Amigos que pasan por nuestra vida

Amigos que pasan por nuestra vida

  En esa trashumancia obligada que uno hace por la vida, va encontrando en cada estación del camino a muchas personas, multitud de...

Lo más leído

La historia detrás de la canción “La piragua” de José Barros

Alejandro Gutiérrez De Piñeres y Grimaldi | Música y folclor

La Muerte de Abel Antonio

Álvaro Rojano Osorio | Música y folclor

Los mejores comienzos de novela en español

José Luis Hernández | Literatura

El discutido origen de la arepa

Redacción | Gastronomía

Leer no duele

Diógenes Armando Pino Ávila | Literatura

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados