Opinión

Mi amado país: ¡Aibmoloc!

Juan Carlos Mendoza y Andy Romero calderón

06/03/2017 - 03:10

 

 

Qué alegría, qué gozo sublime, qué sosiego me inunda cada mañana al despertar en este grandioso país. País en el que sobreabunda la igualdad, libertad, fraternidad, generosidad, justicia y muchos valores más, en el que los bancos no cobran manejo de tarjeta ni comisión por una transacción nacional, bancos cargados de altruismo que dan a sus usuarios las mejores prebendas del mercado y ganancias del 20 % por los ahorros realizados, bancos que jamás niegan un crédito a quien lo solicite, bancos agrariamente comprometidos con el desarrollo de nuestra amada tierra, tan productiva como valorada donde jamás preferirían a una multinacional brasileña -actualmente salpicada por actos de corrupción-  sobre un campesino honrado y trabajador que lucha por llevarnos los mejores productos a las despensas de nuestros hogares… ¡Jamás!

Qué maravilloso país, en el que nunca se reporta a los ciudadanos en data crédito u otra central de riesgo, en el que no existe IVA del 16 % y jamás habrá uno del 19 %, eso jamás; porque afortunadamente el “mandamás” que tenemos firmó en mármol que no subiría los impuestos, menos mal. País extraordinario en el que la mayoría de  sus habitantes tienen casa propia o están en proceso de adquirir una con características dignas, gozan de una salud eficiente, y pensión garantizada que llega en la época más oportuna para descansar, una edad donde hay todavía vitalidad y podemos sentirnos agradecidos por estregar nuestra juventud al trabajo que enriqueció a pocos, se va a segundo plano el desgaste vital tratando de sobrevivir y claro atrás de una tranquilidad a los tan anhelados 63 años, hasta que el POS nos los permita y el cuerpo lo soporte.

País en el que los hijos de los más pobres pueden estudiar gratuitamente en las más reconocidas universidades y ocupar cargos públicos para servir a su pueblo, generando mejor calidad de vida. País amado en el que no existen los usureros prestamistas a pago diario; el único gota a gota que nos cae de sorpresa; es la lluvia bendita de nuestro amado Dios, nada de robos por las calles, nadie codicia el bien ajeno nadie intentando robar un celular termina robando algo más precioso e irreparable como la vida.

País en el que las carreteras están en excelentes condiciones y son de cuatro carriles para ir a cualquier lugar, país genial en el que no es posible encontrase tres peajes en menos de 20 km, carreteras que permiten a los campesinos sacar y comercializar sus productos, país que ha distribuido históricamente de manera muy justa la posesión de la tierra. País en el que no existen terratenientes con más de 30.000 hectáreas y lotes baldíos, mientras otras personas solo tendrán la tierra que se lleven en sus uñas y la que les echen encima el día de su funeral. Este es mi país y ¿el tuyo también?  Esta es mi amada Aibmoloc.

Que no sé por qué muchos la confunden con aquella patria pintoresca, inverosímil y alucinante  llamada Macondo -de pronto porque es donde se ensambla la similitud de las incalculables batallas del coronel Aureliano Buendía con las que enfrentamos obligatoriamente cada día que Dios nos brinda después de abrir los ojos  y darnos cuenta que estamos en nuestra querida tierra, perseguidos por lamentables y disparatadas historias que nos acompañan cuales mariposas amarillas a Mauricio Babilonia-  

Ay, Aibmoloc, ahí está, tan querida como odiada, siempre generando mucho para contar, es importante que se enteren de lo afortunado que somos, y tranquilos, todavía no se las dejo ahí, seguiremos la autocritica en unión con el cura que en Cristo ríe, sufre y goza.

Continuará… 

 

Juan Carlos Mendoza y Andy Romero calderón

Sobre el autor

Andy Romero Calderon

Andy Romero Calderon

Vallenato de Guacoche

Vallenato de cédula, guacochero de nacimiento. Ingeniero de sistemas de la Universidad Popular del Cesar. Me gusta la buena crítica y política, sin caer en sus vicios y hasta donde los argumentos me dejen llegar. Amante de la buena música y no de un género en específico. El silencio es, después de la palabra, el segundo poder del mundo.

@andy_romeroc

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

¡Final del Mundial sensacional!

¡Final del Mundial sensacional!

“El fútbol es un deporte que inventaron los ingleses, juegan once contra once, y siempre gana Alemania”, Gary Lineker. El campeon...

SAYCO, en su mejor momento

SAYCO, en su mejor momento

  Recientemente recibí una invitación a una reunión, proveniente de un grupo de delegados de la Sociedad de Autores y Compositores...

Mama Sara: la mujer del secreto

Mama Sara: la mujer del secreto

  En nuestro andar, las etapas no se hacen esperar, las vivimos, las disfrutamos y las agotamos y, cuando nos dimos cuenta, zasss… ...

Licencia para pedir

Licencia para pedir

  Nuca se supo cómo lo hacía, pero Eusebio pedía, ataviado con su jean pantera negra y el ‘amansaloco’ rosadino, durante las h...

Valledupar necesita de su nueva generación

Valledupar necesita de su nueva generación

A finales del mes de agosto, el Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales (CESORE), en cabeza de Fernando Herrera Araújo y Juan...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados