Opinión

Más enfermos, menos hospitales

Andy Romero Calderon

10/08/2017 - 05:20

 

Entrada de urgencias del Hospital Eduardo Arredondo Daza

 

“Y ¡se levanta el telón!”. Inicio este escrito, emulando un magistral preámbulo que era utilizado por un columnista del ya extinto periódico juvenil independiente “Antorcha Provinciana” en el cual usaba como seudónimo “Chipuco”, en el año 1953 se mostraba sumamente preocupado por la infraestructura y el manejo del sistema de salud en Valledupar.

En lo poco que he podido estudiar de “Chipuco” en mis visitas a la Academia de historia del departamento del Cesar –¡Sí! Tenemos una academia de historia ubicada en el centro histórico del valle del Cacique upar en la calle 15 entre carreras 7 y 8, y sí, todos podemos visitarla, les aseguro un viaje inconmensurable entre la esencia pura de nuestra historia–, me llama mucho la atención su sentido social y además que escribía de todo un poco. Es un ensayista del cual espero escudriñar más en sus registros.

Seguimos, en escena: ¡El Hospital Eduardo Arredondo Daza!

Por años ha mantenido una ardua lucha con la inestabilidad, la deficiencia en sus servicios, los malos manejos, la poca inversión y el ilógico desentendimiento de la ciudadanía por este órgano de vital importancia para la ciudad. Se le abre campo a la feroz maquina privada que entra cada vez con más fuerza en escena, tomando arte y parte de lo que deberían ser beneficios totalmente saneados por nuestros recursos.

Uno de los puntos, el cierre del servicio de urgencias del hospital Eduardo Arredondo Daza, sede San Martín, tiene a los usuarios muy molestos, pues, después de dos meses no se ve el primer ladrillo que justifique su cierre (recordemos que la secretaria de salud del Cesar detectó fallas en la infraestructura que impiden una adecuada prestación del servicio de urgencias, ordenando un plan de mejoramiento antes del cual el servicio permanecerá suspendido hasta que se cumpla con los requerimientos). La gerente del hospital, Judith Jácome, puso en marcha como solución temporal la habilitación de una ambulancia para el traslado de los pacientes a las otras sedes del hospital donde está habilitado el servicio de urgencias. ¿Será suficiente y oportuna esta medida? ¿Cómo justifican los dos meses ya perdidos?

El panorama es todavía más tétrico, se hablan de estudios, investigaciones, censos y demás parapetos que llevarían por directriz nacional al cierre de distintas sedes del hospital, donde -según la orquesta investigativa-  el coste de la nómina de trabajo de algunas sedes es en cierto punto un detrimento por la poca concurrencia de usuarios. Pues, por años hablamos de que no había cama para tanta gente, ahora se habla de que hay pocos invitados en la fiesta, increíble, pero así vamos, todos sabemos que la realidad es otra, lo cierto es que hay puntos donde no hay insumos y no se justifica pagar celador, enfermeras, etc…, donde no hay para hacerle una curación mínima a un paciente. Pero uno se pregunta: ¿De quién es la culpa? ¿Será que los usuarios se harán el Autopaseo de la muerte? 

Como puede existir un masivo uso de los servicios de salud en los llamados hospitalitos, si los que deberían ser beneficiados de estos, ya se han paseado y sólo hablan de sinsabores en estos macabros e inhóspitos lugares. A diario denuncian falta de elementos básicos para la prestación de una pequeña urgencia, vemos casos donde al mismo enfermo le toca ir a la tienda o droguería cercana a comprar esparadrapo, gasas o Micropore.

Sin duda el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, pero se cansa, tiene límites, así mismo pasa con los usuarios que han migrado a otros puntos y saben que en una pequeña, mediana o gran urgencia, es menos arriesgado recorrer la distancia más larga y llegar al Hospital Rosario Pumarejo de López o a una clínica privada, que ir al hospital Eduardo Arredondo Daza más cercano.

No entiendo cómo le van a quitar a Valledupar algo que hemos tenido a medias o mejor dicho nunca hemos tenido, espero, todavía tengo fe de que nuestros dirigentes no permitan el recorte de nuestra rede de atención, cuando lo que ella necesita es ser fortalecida.

¡Cae el telón!

 

Andy Romero Calderón

@andy_romeroc

Sobre el autor

Andy Romero Calderon

Andy Romero Calderon

Vallenato de Guacoche

Vallenato de cédula, guacochero de nacimiento. Ingeniero de sistemas de la Universidad Popular del Cesar. Me gusta la buena crítica y política, sin caer en sus vicios y hasta donde los argumentos me dejen llegar. Amante de la buena música y no de un género en específico. El silencio es, después de la palabra, el segundo poder del mundo.

@andy_romeroc

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Martín Elías y la vida

Martín Elías y la vida

  Es un viernes santo caluroso en Valledupar, los termómetros están a punto de estallar, tengo los ojos un tanto aguados, un sin ...

Crecer en el Caribe colombiano

Crecer en el Caribe colombiano

Nacer en un pueblo del Caribe es una experiencia única que entraña un aprendizaje de costumbres y tradiciones de fuerte arraigo en ...

Las ofensas de la Iglesia Católica

Las ofensas de la Iglesia Católica

El pasado viernes 9 de octubre monseñor Castro, ante la condena a la Iglesia por el caso de pederastia de uno de sus curas, no encon...

Mujeres en el Vallenato: más protagonistas que musas

Mujeres en el Vallenato: más protagonistas que musas

  Desde el año 2015 la asociación feminista Evas&Adanes viene liderando el Foro-Concierto “La mujer en el vallenato” En la vers...

A un hombre de acero no se le baja la moral

A un hombre de acero no se le baja la moral

Nací en un pueblo, donde pagar el servicio militar era un acto de hombría y de orgullo familiar. Los hombres adultos mostraban sus ...

Lo más leído

¿Qué es la oralidad?

Javier Zamudio | Patrimonio

Vida y trayectoria de Rafael Pombo

Redacción | Literatura

La Cultura y el laberinto del poder

Omar Castillo | Pensamiento

La parranda vallenata como un ritual de amistad

María Ruth Mosquera | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

Sanar con árboles

Rosa Cintas | Medio ambiente

La feria de Magangué

Álvaro Rojano Osorio | Patrimonio

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados