Opinión
Gracias, Carlos Vives
El día que al artista Carlos Vives se le ocurrió la acertada idea de ir al balneario Hurtado del rio Guatapurí y llamar la atención de propios y visitantes sobre las pésimas condiciones ambientales, sanitarias y de manejo del espacio público que allí se presentaba, muchos vallenatos y vallenatas pusieron el grito en el cielo y le dijeron a Vives hasta de que se iba a morir.
Recuerdo que las redes sociales se llenaron de improperios contra el artista samario, algunos le enrostraban el porqué no hacía eso en la ciudad donde nació, otros lo tildaron de oportunista y demagogo; lo que no pensaron estos fulanos fue que de no haber sido por la alarma que prendió Vives sobre la situación del lugar más emblemático que tiene Valledupar y el Cesar, hoy seguiríamos campantes y muy orondos con ese bebedero al aire libre, desordenado y lleno de todo tipo de basuras en el que se había convertido nuestro hermoso balneario Hurtado.
Cuántas autoridades locales venían desde hace años omitiendo el cumplimiento de sus deberes en relación con el manejo inadecuado del espacio público y demás situaciones anómalas con las que ya, tanto vallenatos como turistas, nos estábamos familiarizando, pero que no por ello dejaban de ser irregulares, como la contaminación auditiva de múltiples bares y cantinas que proliferaban allí sin ningún tipo de control.
En hora buena se ha puesto el problema en la agenda de las autoridades policivas, y que bien que eso haya ocurrido en vísperas del Festival de la Leyenda Vallenata, cuando Valledupar es el centro de atención del país y recibiremos a miles de visitantes nacionales y extranjeros que llegan a apreciar nuestra riqueza folclórica, cultural y turística.
Ahora resulta que quienes han venido haciendo mal uso de ese patrimonio turístico de los vallenatos, como son los vendedores informales, estacionarios y ambulantes, han decidido protestar porque las autoridades quieren ahora cumplir con su deber y aplicar la Ley y, al parecer, lograron que el alcalde titubeara, inclusive, la medida inicial que se había tomado de prohibición absoluta de venta de bebidas alcohólicas en Hurtado fue cambiada por una menos drástica, con la que las autoridades, me imagino, intentan quedar bien con Dios y con el diablo, a riesgo de seguir incurriendo en omisión de su deber.
Todos los que visitaremos la hermosa ciudad de Valledupar en la versión 51 del Festival de la Leyenda Vallenata queremos ver los resultados de ese gesto de responsabilidad social, ambiental y cultural que tuvo Carlos Vives, al poner el dedo en la llaga desnudando el problema del más importante sitio turístico del Cesar. Por favor, no descuidemos esta belleza natural.
Lo que ahora se hace necesario es que tanto la Alcaldía como la Gobernación y demás autoridades competentes trabajen de la mano, para que en poco tiempo podamos volver a invitar con orgullo a los visitantes al más hermoso y emblemático balneario de mi Valle querido. Que viva Hurtado.
Jorge Nain Ruiz
@jorgenainruiz
Sobre el autor
Jorge Nain Ruiz
Vallenateando
Jorge Nain Ruíz. Abogado. Especializado en derecho Administrativo, enamorado del folclor Vallenato, cantautor del mismo. Esta columna busca acercarnos a una visión didáctica sobre la cultura, el folclore y especialmente la música vallenata. Ponemos un granito de arena para que la música más hermosa del mundo pueda ser analizada, estudiada y comprendida.
0 Comentarios
Le puede interesar
Editorial: El mejor lugar para aprender español es Colombia
Promover Colombia desde el idioma español no es una idea nueva, ya que en 2013 se creó la estrategia de promoción “Spanish i...
En época de balances, perder es ganar
“Solo existen dos días del año en que no se puede hacer nada. Uno se llama ayer y otro mañana”. Una vez superada esa épo...
Una carta para el hijo que no tengo
Aunque todavía no conozco las entrañas en donde derramaré mi amor para darte la vida, he decidido afrontar mi presente sin dejar d...
Propuestas para un mejor Festival
En esta columna -y en todos aquellos espacios donde hemos podido participar-, siempre ha estado en el centro de nuestras discusiones el...
Parangón entre el río y mi vida
En la parte alta de la cordillera nace el río. Allí es pequeño, corre lento, tímido, como temeroso de ser tragado por un abismo...