Opinión

Editorial: Un homenaje al homenaje

Redacción

28/04/2018 - 06:25

 

Carlos Vives en el desfile de piloneras / Foto: PanoramaCultural.com.co

 

Nunca se había vivido un homenaje de esta manera. La venida de Carlos Vives a Valledupar, en el 51º Festival que le ha sido dedicado, ha tenido el efecto de una lluvia refrescante, pero también de un zarandeo que despierta.

Hasta el pasado festival (el Rey de Reyes 2017), los homenajeados se habían acostumbrado a seguir la programación, acompañar y presenciar la gala en su honor, recibir y disfrutar de los aplausos, y agradecer la Fundación por la atención prestada. Sin embargo, Carlos Vives lo cambió todo.

Desde un principio, el cantante samario -el que más ha contribuido a la internacionalización del festival- se esforzó en sugerir y proponer. Los viajes que realizó antes del Festival fueron en esa dirección, y a consecuencia de ellos, la ciudad tomó medidas de cara a la óptima realización del evento.

Pero eso no fue todo. También durante la programación del festival, el cantante quiso estar en todo. No quiso limitarse con ser un invitado más en un conversatorio de académicos o ser elogiado en las canciones de la nómina de cantantes en el Parque de la Leyenda.

Carlos Vives llevó el paseo de Willy parranderos a su pueblo, se paseó en bicicleta por la ciudad, se fundió en la masa durante el desfile de las piloneras, se esmeró en preparar una verdadera obra de teatro sobre el Vallenato, encontró espacio para encontrarse con los niños, y luego disfrutó cada una de las noches y finales del Festival.

De esta manera, Carlos Vives revolucionó el concepto de homenaje, e hizo de la emoción y el agradecimiento cosas que van en las dos direcciones. Brindó ideas, fusionó conceptos artísticos (escena, música y canto), y rompió nuevamente el concepto de las generaciones. En resumidas cuentas, Carlos Vives hizo con el homenaje lo que hizo con su música: romper barreras y crear valor artístico.

Este 51º Festival Vallenato fue una verdadera fuente de placer estético y de contenido. Un gran aporte para pensar en cómo salvar la música vallenata de las garras que hoy la amenazan.

 

PanoramaCultural.com.co

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

De Colombia para Dubái

De Colombia para Dubái

“El mundo les queda pequeño”  Carta 49. Fredy López. I.   Salir del país es la opción que tienen muchas personas, para ade...

Yo sí voy a mi Patillal

Yo sí voy a mi Patillal

  El periodista y escritor, Juan Gossaín Abdala, dice que no desea volver a su San Bernardo del Viento natal porque se le estrellan ...

El ego de la exclusión

El ego de la exclusión

  La imagen está en varias partes de Valledupar. Aunque es tierna y afable, no deja de parecer ostentosa. Tuto Uhía sale con su e...

Allá no va Lito

Allá no va Lito

Lito González era un vallenato raizal, hijo de Pedro Antonio, personaje que tenía una yegua tan temperamental y briosa que, según su...

La puerta abierta al turismo en Valledupar

La puerta abierta al turismo en Valledupar

Consolidar el desarrollo turístico de Valledupar en torno a las tradiciones culturales y a las costumbres pertenecientes a toda la reg...

Lo más leído

¿Qué es la oralidad?

Javier Zamudio | Patrimonio

La Cultura y el laberinto del poder

Omar Castillo | Pensamiento

La magia de Escalona

Alberto Muñoz Peñaloza | Música y folclor

Vallenato clásico

Luis Carlos Ramirez Lascarro | Música y folclor

El Vallenato de Rafael Escalona

Darío Blanco Arboleda | Música y folclor

Armando Zabaleta: el fecundo compositor de “No voy a Patillal”

Eddie José Dániels García | Música y folclor

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados