Opinión
Parques apadrinados por artistas vallenatos
Así como en esta columna, en algunas ocasiones, le hemos dado ‘fuete’ al alcalde de Valledupar por sus desaciertos, hoy tenemos que aplaudir una brillante iniciativa que al parecer nació en la mente del samario Carlos Vives, la cual consiste en apadrinar un parque de la ciudad. La propuesta ha sido acogida en buena hora por Augusto Ramírez Uhía, y se les ha planteado a otros artistas para que se hagan responsables de la sostenibilidad y mantenimiento de algunos parques de ‘La Capital Mundial del Vallenato’.
Estas son las iniciativas y proyectos que el pueblo vallenato debe respaldar y celebrar, porque es una forma de recordar la responsabilidad social de todos, y más en un país donde la desigualdad social supera todos los límites, especialmente aquellos ciudadanos que, por cualquier circunstancia, tenemos mejores ingresos, debemos contribuir a disminuir esa brecha, y no solo las instituciones gubernamentales.
Con el anuncio de Carlos Vives de apadrinar el conocido ‘Parque de El helado’, que ahora pasa a llamarse ‘Parque La Provincia’, se da inicio en Valledupar a un sistema mediante el cual la administración y sostenibilidad de algunos parques se hará en coadyuvancia entre la alcaldía y algunos artistas vallenatos.
Ya en otras ciudades de Colombia se ha ensayado este sistema y ha dado excelentes resultados, por ejemplo, en Bogotá, la Universidad del Rosario apadrina hace un buen tiempo la plazoleta que lleva su nombre, e inclusive, le hace mantenimiento y embellecimiento a monumentos y demás obras que integran el parque.
Felicitamos desde esta columna a los primeros artistas vallenatos que se le apuntaron a esta excelente idea, y ya se cuentan varios padrinos: Omar Geles Suárez con el parque del barrio José Antonio Galán; Silvestre Dangond con el parque del barrio Bello Horizonte; Poncho Zuleta con el parque de Villa Haydith; Iván Villazón con el parque de Altos de Comfacesar, Peter Manjarrés con el parque del barrio Villalba; ‘El Mono’ Zabaleta con el parque del barrio ‘Casimiro Maestre’; el grupo Kvrass con la cancha del Doce de Octubre y Juan Mario De la Espriella con la glorieta Pedazo de Acordeón.
Esperamos que las administraciones venideras continúen impulsando esta iniciativa, y en estos lugares se observe una sana competencia para ver cuál artista mantiene más bonito su parque, y como los fans y la ciudadanía en general les ayudan en esa loable tarea.
Colofón: Los días 4,5 y 6 de agosto se realizará en el municipio de Nocaima (Cundinamarca), a una hora de Bogotá, la quinta versión del Festival Vallenato ‘Panche de Acordeones’, en homenaje a los juglares Camilo Namén Rapalino y Náfer Durán Díaz, donde habrá concursos de acordeoneros aficionados, juvenil e infantil y por primera vez la modalidad de piquería. Excelente vitrina para las nuevas figuras del folclor vallenato en esta zona del país.
Jorge Nain Ruiz
@jorgenainruiz
Sobre el autor
Jorge Nain Ruiz
Vallenateando
Jorge Nain Ruíz. Abogado. Especializado en derecho Administrativo, enamorado del folclor Vallenato, cantautor del mismo. Esta columna busca acercarnos a una visión didáctica sobre la cultura, el folclore y especialmente la música vallenata. Ponemos un granito de arena para que la música más hermosa del mundo pueda ser analizada, estudiada y comprendida.
0 Comentarios
Le puede interesar
Temas que preocupan en Colombia: la JEP y la alianza estratégica con los EEUU
Con el anuncio del presidente del comité de exteriores del senado estadounidense, el demócrata Bob Menéndez, el pasado miércole...
En la tierra del tuerto
Colombia es un país de tuertos. Sí, diez millones de ciudadanos ven y lloran por un solo ojo; pedían a gritos castigo y muerte p...
Elecciones regionales: un nuevo pulso entre la paz y la guerra
Más de un semestre ha transcurrido después del debate presidencial que ha generado las mayores controversias en el país en los últi...
Espejos para no pisar la mierda
Hay historias que se te revelan justo en tu propia cara como queriéndote mostrar el futuro, revelándote tu propio destino. Por ej...
Remembranzas de la niñez
Para mí, que nací y crecí en San Miguel de las Palmas de Tamalameque, un pequeño pueblo a orillas del río Grande de la Magdalena...