Opinión

Asoleándome por Mayami

Alberto Muñoz Peñaloza

24/09/2019 - 04:40

 

Asoleándome por Mayami

 

Mi padre querido expresaba gratitud por don Miguel Gnecco. Recordaba que, gracias a él, fue a Maracaibo, sin visa ni permiso fronterizo. Lo llevó en su carro, trabajó con firmeza, regresándose en condiciones mejores. Por eso aprecio mucho a su hijo Armando Gnecco Hernández, y dos razones más: (i) ser hincha del Deportes Quindío, mi equipo de siempre; (ii) su paso glorioso por el Carraipía fútbol club y, luego, por Atlético Maicao.

Por varios años, el brillante comentarista se desempeñó como auditor de la Contraloria General de la República, ante la Cárcel Judicial, allí trabajó con el heredero de don Tino González, en la Dirección del penal. Para desempeñarse, de manera diligente y segura, iba con frecuencia, escoltado siempre por Abelito Verdecia, funcionario de confianza. Una mañana arribaron de sorpresa, practicaron pruebas selectivas y arqueo general, cumplido lo cual inspeccionaron la cocina.

Como de costumbre, el ecónomo Focion Bustamante, los atendió con copiosa sopa de ojo de res, arroz blanco con buen ajo y aji, serrano amarillo asado y el infaltable guiso de chocozuela. Después, su acompañante de seguridad fue llevado a ‘moñito’, por el dragoneante Marulanda, hasta el carro. Armando, por su parte, antes de salir, vio un conocido suyo que hacía tiempo no veía. Le contaron que llevaba más de un año preso. Dolido y apenado, salió rápido sin dejarse ver de aquel.

Un par de meses después en la esquina del Ley de entonces, se lo encontró, cara a cara. Se saludaron de manera efusiva. Armando, fue directo: “Tiempo sin verlo, ¿andabas fuera?”.

El cliente masticó su propia saliva, que le supo a bola de brea, tosió con escalerilla, y con voz de héroe sentenció: -Llegando apenas, estuve un año largo por gringolandia, asoleándome por mayami, tú sabes que allá tengo amigos como Alvarito Quiroz. Al instante, Gnecco Hernández, sabiéndolo sin chaleco anti balas, le disparó: ¿y por allá no te tropezaste con Hugo González?

Desde entonces la presión arterial del personaje, se balancea como yoyó, pero, gracias al toronjil y a la agüita de canela, se desmarimondiniza.

 

Alberto Muñoz Peñaloza

Sobre el autor

Alberto Muñoz Peñaloza

Alberto Muñoz Peñaloza

Cosas del Valle

Alberto Muñoz Peñaloza (Valledupar). Es periodista y abogado. Desempeñó el cargo de director de la Casa de la Cultura de Valledupar y su columna “Cosas del Valle” nos abre una ventana sobre todas esas anécdotas que hacen de Valledupar una ciudad única.

@albertomunozpen

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

La parábola del camello y la leyenda de Francisco

La parábola del camello y la leyenda de Francisco

  En los días de Semana Santa, que para los católicos son de reflexión y fortalecimiento de la memoria sacramental, tuve la opor...

¿Clásicos vallenatos?

¿Clásicos vallenatos?

  Según el diccionario de la Real Academia Española de Lengua, la palabra  Clásico significa un modelo digno de imitación, que p...

Solo los ungidos

Solo los ungidos

La semana pasada analizaba grosso modo algunos aspectos de la llamada izquierda colombiana y, manifestaba que me parecía una posici...

Editorial: Más allá de un día dedicado a la Mujer

Editorial: Más allá de un día dedicado a la Mujer

El 8 de marzo es conocido como la celebración mundial del día de la Mujer. Un día para reconocer el valor y la grandeza de quien e...

Balance anticipado del Festival vallenato

Balance anticipado del Festival vallenato

  Es cierto que aún no ha terminado el Festival de la Leyenda Vallenata y que uno sólo puede hacer balances luego de finalizar las ...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados