Opinión

Cesarenses y vallenatos, ejemplo de orden y conciencia

Brigada anticovid-19 en el barrio “450 años” de Valledupar / Foto: policia.gov.co

La vida social a la que estamos acostumbrados se encuentra en una etapa de transición, hacemos parte de una realidad que debemos aceptar como sociedad, muchos se sienten ultrajados y consideran que sus derechos como la libertad está siendo vulnerado. Pero debemos entender que afrontamos una crisis como humanidad y debemos asimilar que es una situación que va más allá de nuestros derechos como ciudadanos. Hago la salvedad que no intento desprestigiar la solemnidad ni jerarquía absoluta de nuestra carta política, simplemente que estamos frente a una emergencia de salud pública superior a todos nosotros.

De gran impacto social han sido todas las medidas implementadas por el gobierno Nacional, las cuales tienen el fin de combatir el contagio y prolongar el tiempo de espera a un pico que cada día se va aplazando más y más. El contagio se va extendiendo con el pasar de los días y muchas regiones del país no han tenido un buen comportamiento en lo referente al cuidado y cumplimiento tanto de directrices gubernamentales como de normas de bioseguridad. A medida que se van implementando estas directrices nacionales se ven afectados aspectos de la economía en general, los grandes empresarios se quejan por una crisis que, en realidad, pueden soportar y las PYMES reciben poco o nada de ayuda en lo trascurrido de esta coyuntura.

EL confinamiento al cual hemos sido sometidos tiene una finalidad y es protegernos, pero sin duda nos ha afectado en cierta forma. Me considero una persona muy activa, solía moverme todo el día entre obligaciones académicas, jornadas de estudio y largas noches de compañerismo. Al igual que muchos de ustedes, me he visto afectado por todas las decisiones adoptadas por los gobiernos nacionales y locales, pero hay que cumplir con el confinamiento para así aportar nuestro grano de arena a la prevención y no propagación de la Covid- 19.

En Valledupar, los comportamientos han sido aceptables y muy sobresalientes, a pesar de que ha habido focos de desacato a las directrices municipales y nacionales, nos hemos caracterizados por ser responsables al momento de prevenir el contagio y hemos acatado de manera responsable el confinamiento social. A nivel de la costa Caribe somos un ejemplo muy notorio, “la baja” tasa de contagios y la disponibilidad de más del 50 % de las U.C.I.S de la capital del departamento del César dejan mucho que decir de los vallenatos. A título personal quiero resaltar la buena labor de la administración municipal, la secretaría de salud ha llevado la bandera en la socialización de medidas preventivas y combate a la propagación del virus. Considero que deben seguir tomándose las calles de la ciudad haciendo sondeos y monitoreos, esto genera una sensación de tranquilidad y de que tienen el control de la situación.

Hoy somos ejemplo regional y nacional, los casos en el Cesar son 1819 confirmados aproximadamente, siendo así unas de las cifras más bajas en el caribe (haciendo una comparación a nivel regional según los datos aportados por el Ministerio de la Salud), pero esto no debe ser excusa para dormirnos en los lechos del desorden y el relajo, por el contrario, debe ser razón para seguir la trilla del cuidado y el orden. Encontramos que el Atlántico lleva la bandera en contagios con cifras superiores a los 41.000 casos confirmados, lo que genera cierto tipo de inconformidad con referencia a la falta de conciencia social de la población atlanticense, en el caso del departamento de Bolívar los casos superan los 14.172 confirmados, cifras que sorprenden debido a que fue de los primeros departamentos en detectar casos sospechosos; sin embargo, el Ministerio de salud tiene al Departamento de Bolívar dentro de la lista de priorización ya que hoy día es el departamento con más pruebas realizadas por millón de habitantes, el Magdalena cuenta con 3.611 casos confirmados, siendo su capital el foco de contagio de este departamento. Cabe aclarar que los datos anteriores son a la fecha de escribir esta columna y que pueden variar.

Esto deja muy bien parado a el departamento del cesar, genera buenas expectativas sobre el manejo de esta situación cuando sea el momento del pico epidemiológico, también nos da cierto tipo de tranquilidad el saber que la población cesarense está acatando normas de prevención y de bioseguridad, pero, como antes mencionado, no debemos bajar la guardia. Asimismo, la capital del departamento va de la mano de el buen comportamiento cumpliendo cada decreto expedido por su mandatario. El sector empresarial en Valledupar se ha visto afectado pero la gran mayoría de estos ha encontrado la forma de reinventarse para subsistir en el mercado, es cierto que son tiempos difíciles y todos sufrimos de distintas formas la llegada de este virus.

En mi caso particular no soy empresario en estos momentos, pero me veo en la obligación social de extenderles una invitación para que entre todos apoyemos los emprendimientos locales y a que sigamos cumpliendo con los protocolos establecidos para combatir de manera mancomunada el virus acechante y con sed de cobrar vidas. Por otra parte, quiero felicitar a la secretaría de salud municipal que hace una gestión impecable a la cabeza de la secretaria Lina De Armas que trabaja sin descanso en la lucha contra la Covid-19.

Carlos de Armas

@CarlosMDeArmas