Opinión
Allá no va Lito

Lito González era un vallenato raizal, hijo de Pedro Antonio, personaje que tenía una yegua tan temperamental y briosa que, según sus propias palabras, no podía escupir ni comerse una galleta de soda cuando la montaba.
Lito se formó escuchando cuentos de fantasmas, de muertos que reviven, y de mamos arhuacos que embrujan con sus conocimientos nevadinos. Por eso se negó a botar la basura en su carro de mula dónde Ana Clara Castro le indicó, cerca de las casas del indio Duane.
Ya era conocida en Valledupar la sabiduría del mamo Juan Bautista Villafañez Mestre, también conocido como Duane. Nadie había olvidado la forma como con una maldición había castigado a sus captores. Sólo porque dijo la verdad cuando. en el orfelinato de San Sebastián de Rábano, empezaron a aparecer fetos en la orilla del río, producto de abortos y los curas acusaron a las indias de ser las protagonistas.
Borracho en Pueblo Bello, Duane acusó directamente a los capuchinos: “Las que abortan son las monjas, porque las criaturas son blancas y de ojos azules". Esto enfureció a los curas quienes lo acusaron de injuria y calumnia. Cuando lo capturaron, lo amarraron a un árbol y después lo trajeron amarrado a Valledupar. Mientras esto sucedía, le dijo a sus captores: "Amarra bien, porque con las manos que amarras a Duane, no vuelves a amarrar a otro".
Dicen los ancianos que el árbol se secó como si un rayo le hubiera caído y a uno de los hombres se le torcieron las manos y el otro murió loco con la piel lacerada por la lepra. Duane estuvo preso en el cerro de Monserrate cerca de Bogotá. Gracias a su amigo Quintín Lame, pudo salir de la cárcel, pero su respeto, temor y admiración quedaron grabados en la mente de los Vallenatos, por eso Lito González, cuando Ana clara Castro le indicó el sitio donde botar la basura, se negó rotundamente respondiendo: "Allá sí no va Lito".
Años después se construyó un moderno barrio en la ciudad en ese sitio con el nombre de Novalito.
Arnoldo Mestre Arzuaga
Sobre el autor

Arnoldo Mestre Arzuaga
La narrativa de Nondo
Arnoldo Mestre Arzuaga (Valledupar) es un abogado apasionado por la agricultura y la ganadería, pero también y sobre todo, un contador de historias que reflejan las costumbres, las tradiciones y los sucesos que muchos han olvidado y que otros ni siquiera conocieron. Ha publicado varias obras entre las que destacamos “Cuentos y Leyendas de mi valle”, “El hombre de las cachacas”, “El sastre innovador” y “Gracias a Cupertino”.
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