Opinión
Los agujeros en la red
Este siglo de la tecnología avanzada ha dejado plasmada, más que nunca antes, la vacuidad de ciertas relaciones humanas. En las dos últimas décadas y gracias al mundo digital –ese universo tan próximo y ajeno- se ha impuesto la costumbre de obviar muchos pasos indispensables antes de estrechar lazos de amistad o relaciones sentimentales con quienes no se ha producido un encuentro cara a cara. Esta debilidad en el establecimiento de vínculos afectivos o sociales, con el transcurso del tiempo revela los vacíos implícitos en esa burbuja idealizada, formada a partir de señales difíciles de comprobar y las cuales, en muchos casos, solo reflejan carencias personales.
Las relaciones humanas son complejas y susceptibles de causar auténticas catástrofes en la autoestima y en la visión de nuestra trascendencia y nuestro lugar como miembros de la comunidad. Este es un motivo contundente para comenzar a pasar por el tamiz de la razón muchos de los actos –a veces totalmente irracionales- que impulsan a buscar en otros ese material íntimo capaz de rellenar vacíos existenciales. Con la excusa de la soledad, innumerables personas se aventuran en callejones creados ad hoc en los cuales existe siempre el riesgo de perder de vista cuál es el lugar que corresponde ocupar en estas esferas. Entre redes sociales y sitios de encuentro, hoy más recurridos que nunca por motivo del aislamiento social, suele haber trampas dolorosas para quien no alcanza a descubrir en ellos la verdadera estructura material y lucrativa propia de todo emprendimiento digital, y en donde la mentira es el elemento clave.
La auténtica riqueza de este universo comunicacional, sin embargo, existe. Además de los vericuetos oscuros, hay grandes avenidas llenas de posibilidades y algunas de ellas permiten disfrutar de contactos enriquecedores con seres humanos de comprobado valor. El truco es saber cómo identificarlas y no perderse en un tráfago peligroso por su opacidad. Esto resulta especialmente indicado para niñas, niños y adolescentes conectados al mundo etéreo de la red, carentes de puntos de referencia y de criterio para protegerse de los riesgos. Sin embargo, también muchos adultos caen en esa búsqueda de satisfactores emocionales y sociales perdiendo de vista la importancia de aplicar filtros protectores.
En estos tiempos la soledad, la tristeza, la sensación de impotencia y de pérdida frente a las adversidades hacen mella en lo más íntimo del ser humano. Entonces, su natural impulso es refugiarse en otras personas con similares desafíos y, de ese modo, encontrar un lazo de empatía. Esta búsqueda, sin embargo, reviste riesgos y decepciones con el potencial de hacer más profundo el aislamiento y detonar crisis emocionales especialmente poderosas. Para evitarlo, es indispensable reconstruir la base de la autoestima a través de un proceso íntimo y constante, una valoración de nuestra esencia capaz de blindarnos frente a las inevitables agresiones del entorno.
El mundo digital no es bueno ni malo por naturaleza. Es un reflejo del mundo concreto con sus verdades y falsedades, con sus ventajas y riesgos. Aprender a navegarlo es un ejercicio complicado que requiere habilidades nuevas, sobre todo cuando se presenta como un recurso inevitable de supervivencia. Por ello es indispensable aprender a leerlo, a distinguir sus trampas y a evitar sus callejones oscuros, pero también a reconocer sus enormes beneficios en la construcción de vínculos sociales y afectivos capaces de ayudar a enfrentar los nuevos desafíos. Este es el reto de los años por venir.
El universo digital es un reflejo de la realidad, con sus fortalezas y debilidades.
Carolina Vásquez Araya
@carvasar
Sobre el autor
Carolina Vásquez Araya
El Quinto Patio
Periodista chilena radicada en Guatemala, columnista del diario Prensa Libre y de otras publicaciones latinoamericanas. Su columna es una ventana internacional para entender los grandes retos de los países del sur.
0 Comentarios
Le puede interesar
Oro, plata y bronce
Finalizaron los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro y nuestros deportistas desempeñaron una sobresaliente participación, alcanzand...
Yo tenía un amigo
Campeón, un abrazo de amigo, un abrazo de hermano, donde quiera que estés. Hoy decidí escribirte para decirte todo lo que se me es...
Las mujeres, el fútbol y el patriarcado
Hace unos días la noticia de Messi y su quinto Balón de Oro le dio la vuelta al mundo. El mundo lo celebró, sin embargo mucho ante...
Nocaima Cundinamarca, un pueblo vallenato
Hace dos años conocí a John Jairo Escobar presidente del Festival vallenato de Nocaima Cundinamarca, quien desde ese entonces me in...
Gobiernos del mundo de rodillas ante el Covid 19
Los Estados del mundo están siendo humillados por algo que, al sonido de sus aparatos militares, pudiera resultar insignificante. ...