Opinión

Editorial: El espíritu navideño como nuevo inicio

Redacción

03/12/2012 - 12:41

 

Tarima Francisco el Hombre (Valledupar)Tras un año colmado de retos y acontecimientos, el mes de diciembre representa el fin de un ciclo. Un momento de celebración en familia, de recogimiento y renovación  en el que intervienen valores de esperanza y amor.

La fiesta más importante del Cristianismo –La Navidad–, con la cual se conmemora el nacimiento de Jesucristo, se hace notar desde los últimos días de noviembre, no solamente por el alumbrado público y las vitrinas de los centros comerciales, sino también por los adornos caseros, los seminarios, las festividades y las actividades que promueven una atmósfera de alegría o intimidad.

Durante siglos, la Navidad ha sido una fiesta religiosa, una gran ocasión para el reencuentro, pero es cierto que en los últimos años, como consecuencia del creciente mercantilismo, la fiesta ha ido impregnándose de un marcado carácter comercial, poniendo en entredicho el espíritu navideño que hace de estas fiestas algo tan especial.

¿Pero cómo definir el espíritu navideño? Su definición va innegablemente ligada al sacrificio de Cristo y muchos evocan ese espíritu como una fuente de iluminación, de perdón y paz. Una invitación a ver y sentir las cosas de manera más indulgente o misericordiosa, más tolerante y comprensiva.

Ese espíritu que muchos añoran –y que otros buscan– está en cada uno de nosotros. Y es una cuestión personal revivirlo y así hacer que lo impensable se traduzca en hechos. En más de una ocasión, el periodo de fin de año ha sido propicio para el consenso de una tregua en un conflicto, el fin de un choque familiar, y por qué no podría ser también el inicio de una nueva fase, un nuevo año basado en un sentimiento de comprensión, de acercamiento, de mejora y apertura, o una nueva dinámica de trabajo o relación.

Ante las victorias del consumismo y de las vitrinas extravagantes, el espíritu navideño tiene como fin transformar cada situación, cada luz y cada obsequio, en una oportunidad para el entendimiento, la colaboración o la solidaridad.

Siendo realistas, no es el regalo o la fiesta lo que importa, sino el gesto que va detrás y a quiénes van dirigidos. Pongamos caras y nombres detrás de cada gesto, añadamos sentimientos a las salidas o paseos que emprendamos para concluir este año de la mejor manera (y empezar el nuevo de la misma forma).

Desde el punto de vista cultural, el departamento del Cesar se convierte en esta época en un escenario brillante de fiestas con los alumbrados, la noche de velitas, el día de navidad y el año nuevo. Conciertos, marchas, reuniones y celebraciones en perspectiva que podemos convertir en encuentros vibrantes e inolvidables.

1 Comentarios


garcia 20-11-2019 02:06 PM

muy bien y exitos ;v

Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Yo sí voy a mi Patillal

Yo sí voy a mi Patillal

  El periodista y escritor, Juan Gossaín Abdala, dice que no desea volver a su San Bernardo del Viento natal porque se le estrellan ...

Festival Vallenato en honor a uno de los más grandes cantantes del folclor vallenato

Festival Vallenato en honor a uno de los más grandes cantantes del folclor vallenato

  La ciudad de Valledupar está de gala por su quincuagésimo quinto Festival de la Leyenda Vallenata. Estas fiestas se celebran este...

Ya nadie baila pandiao

Ya nadie baila pandiao

  Siempre he tenido un especial cariño por las palabras. Incluso la palabra cariño me parece genial. Como el idioma es cambiante ...

Princesa Meque

Princesa Meque

Recorrer Zazare, ese nombre de uno de los tres territorios que componen el extenso y delgado Macondo, es adentrarse en sus 25 aldeas, c...

La fiesta de San Gustavo

La fiesta de San Gustavo

A mi amigo Gustavo Gómez Ardila, escritor de Norte de Santander. Cerca del Parque de la Independencia Nacional en una ciudad de front...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados