Patrimonio
El toque de campanas: una tradición en vía de extinción
Los campanarios representan mucho más que adornos arquitectónicos. Durante siglos han permitido transmitir valiosos mensajes para comunidades enteras. Con el ruido de sus campanas se emitían noticias de carácter relevante que marcaban y estructuraban el día de los pueblerinos.
Lamentablemente, su protagonismo ha ido disminuyendo. El desplazamiento de la iglesia en la vida cotidiana ha tenido un efecto directo en el simbolismo del toque de las campanas y, del mismo modo, se ha ido apagando esta forma de comunicarnos.
En la actualidad, el exceso de ruido y de plataformas de comunicación hacen que la atención se aleje de las campanas (esas que nuestros abuelos conocían de memoria).
A continuación, hacemos una enumeración simplificada del mensaje que podían transmitir los toques de campana:
Toque de difuntos: Es el toque que nadie en el pueblo quiere escuchar. Un toque lento y sobrecogedor. Es quizá el más reconocido. “Hay muerto” se suele decir nada más escucharlo. Se avisa así a la población del fallecimiento de algún vecino. Una característica, si el fallecimiento era de un hombre el toque finaliza con dos toques separados. Uno toque sólo si es una mujer.
Toque de arrebato: Es un toque que asusta y alerta. Se trata de un toque en el que las campanas son tocadas a la vez y de forma muy rápida. Significa alerta ante algún peligro. Se avisaba así a la gente para que acudiera a socorrer y ayudar ante algún incendio o problema.
Toque de fiesta: Es un toque alegre. Las campanas tocan “a vuelo”. Se dejan voltear y volar para mostrar que estamos ante un día grande. Solía realizarse al llegar la Virgen o el santo en una procesión o en una fecha señalada como el Domingo de Resurrección.
Toque de gloria: Al igual que el de fiesta es un toque alegre. Se da cuando ocurre algo especial. La llegada del obispo, un nuevo Papa o algún acontecimiento de especial relevancia.
Es cierto que la tradición del toque de campanas sigue escuchándose en muchos pueblos (y en muchos de ellos, el toque de campana recoge un significado especial), sin embargo, es innegable que el auge de las ciudades y la pérdida de valores católicos también afecta esta tradición.
El toque de campanas no queda sólo en estos cuatro toques, es un lenguaje rico y universal. Existe un toque para el Ángelus, otro para las horas (los cuartos), para maitines, para el rezo del rosario, para la misa diaria, para la misa de domingo, para orientar en la noche, en la niebla o en nevadas, el toque de procesión, etc...
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Realizado con información de Aleteia.org
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