Tecnología

Nuevas palabras surgidas con las nuevas tecnologías

El lenguaje es algo vivo, un sistema de comunicación que se adapta a los tiempos y se impregna inevitablemente de las últimas modas o tendencias. En nuestro contexto, la irrupción de las nuevas tecnologías es uno de los factores más importantes de cambio en nuestras costumbres diarias y nuestra forma de expresarnos.

Mientras numerosos puristas consideran que las nuevas tecnologías han afectado seriamente el nivel de expresión de las jóvenes generaciones –debate en el que no podremos adentraremos en este artículo–, es evidente que el idioma se ha transformado notablemente en los últimos años al incorporar nuevas palabras.

El uso de los celulares nos ha llevado a usar las palabras “Pin” o “SMS” en lugar de mensaje o texto. El verbo chatear nos permite ahora describir un dialogo o una conversación elaborada en frente de la pantalla.

La reciente aplicación “Whatsap” está también alterando el idioma, y aunque todavía no se usa con la misma frecuencia que el “chat”, aparece en las frases de algunos usuarios que no dudan en decir “Mándame un Whatsap”.

El mundo de Internet y la presencia omnipresente de los navegadores –como Google.o Explorer– ha marcado de lleno las conversaciones de las dos últimas generaciones. A menudo los usuarios mencionan la palabra “googlear” o “gogletear”.

Los que son aficionados a escribir y expresar sus opiniones han podido abrir un blog (o espacio personal en la web) y convertirse en blogueros y blogueras. Estas últimas palabras definen perfectamente a los redactores y usuarios nacidos con las nuevas tecnologías.

Muchas de las palabras citadas anteriormente (como chatear, blog o bloguero) ya han sido registradas por la Real Academia Española como nuevas evoluciones del español y demuestran la influencia cada vez mayor de la tecnología en nuestro idioma.

En el 2004, la Real Academia Española aceptó agregar al diccionario varios términos como “antivirus”, “aplicación”, “configuración”, “digitalizar”, “editar”, “entorno”, “hipertexto”, “virus” y “web”, entre los más reconocidos.

Sin embargo, al mismo tiempo que se agregaban estas palabras al idioma español, surgieron nuevos debates en los que se cuestionaba si la Real Academia se estaba apresurando en incluirlas.

A modo de reflexión, tengamos en cuenta lo siguiente. En la actualidad usamos con frecuencia palabras como “follower”, “face”, “nickname”, “tweet”, “spam”, “timeline”, “emoticons”, “ícono”, “direct message”, “plug-in”, “retweet”, “avatar”, “hashtag”, “etiqueta” o “trending topic”: palabras de origen inglés e informático que se imponen en la vida cotidiana pero que tendemos a usar durante un tiempo limitado (a veces menos de un año)?

¿Es necesario integrarlas en el Nuevo diccionario de la Real Academia y legitimar su existencia, o simplemente considerar que son fenómenos efímeros y pasajeros?