Turismo
Tres grandes monumentos de Riohacha
En el departamento de la Guajira, la ciudad de Riohacha resplandece por su buen gusto y su vista al mar. Su malecón (llamado también el Paseo de la Marina) es uno de los más hermosos de la costa Caribe, y, sin embargo, también debe destacarse su carácter multicultural y original.
En este artículo nos enfocamos en tres monumentos de la capital guajira que revelan su intensa historia, su oralidad y su folclor. Tres monumentos que contribuyen a su imagen de ciudad costera y musical.
El monumento “La identidad” del artista Yino Marques puede considerarse una de las principales atracciones del malecón. Describe la tradición folclórica del departamento de la Guajira y la importancia del mar en el nacimiento y el avance de la región, ya que por el mar llegaron los foráneos y en sus aguas se libraron grandes batallas.
La mujer nativa que se cubre con una manta wayúu; el Almirante Padilla, quien enfrentó a los
españoles buscando la independencia; Los Héroes de gran relevancia en la región; “El Negro” Robles, nacido en la población de camarones, quien ha sido registrado por los historiadores como el primer afrocolombiano que llego al Congreso de la República, y Francisco El Hombre, el mismo que, según la leyenda, venció al Diablo tocando el acordeón y cantando el credo al
revés. Todos ellos -elaborados en una mezcla de bronce, concreto y hierro galvanizado- brillan por su carácter guajiro y por los 9 metros de este monumento magistral.
El palabrero es otro monumento destacado del Malecón de Riohacha. Realizado por el artista Javier Julio Mendoza, esta obra ilustra la importancia de la oralidad en el pueblo wayúu y su simbolismo para toda la región.
El palabrero Wayúu juega el papel de “intermediario” ya que interviene en conflictos entre personas o familias. Lleva las «palabras» y peticiones de la parte ofendida hasta los agresores. Aclara y ayuda a mejorar la convivencia entre los clanes.
“El Pütchipü’ü”, como se dice en Wayuunaiki, también se encarga de investigar y exponer las ideas que permitan reconciliar de manera duradera al pueblo.
El monumento Waleker (araña) es una escultura de hierro que recrea una enorme telaraña producida por una araña de la mitología wayuu. La araña es un símbolo mitológico de la habilidad tejedora de las culturas indígenas de la Sierra Nevada.
La obra ensalza el tejido como bien patrimonial de la Guajira y recuerda aquella leyenda de Irunuu, un cazador wayuu que se enamoró de Waleker, una niña que conoció en la Selva, pero con quien no pudo casarse debido a que era la hija de una araña.
PanoramaCultural.com.co
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