Cine
Los Juegos del hambre Sinsajo 2: el cierre de una saga
Hace exactamente un año salía la tercera entrega de “Los juegos del hambre Sinsajo parte 1” (2014), dirigida por Francis Lawrence, y ya están aquí: Los juegos del hambre: Sinsajo, parte 2 (2015), de las manos del mismo director.
La parte primera de este tercer capítulo –la numeración puede confundir a más de uno- está bien dentro del tono distópico propio de la ciencia ficción. No obstante, la parte segunda se ve obligada a ser más proactiva y, por eso, a configurarse diferente como relato fílmico.
Con el final de la película anterior, parecía que uno oprimía un botón de pausa. Hoy, al comienzo de este filme que cierra el ciclo, uno siente que solo da play, que tan solo fuimos a comernos un emparedado con refresco y que hemos durado un año en ello, sin sentirlo.
Los juegos del hambre: Sinsajo, parte 2 retoma fuerzas como hecho narrativo y, con su cruce de aves híbridas (sinsajo), el filme narra bien el viaje de sus principales personajes hacia algo. Ese “algo” oscila entre el ansia de libertad para los residentes de los distritos (derrocar a la dictadura con sus juegos del hambre) y el afán de venganza (asesinar al dictador).
Ese dilema ético va configurando la personalidad de quienes marchan al Capitolio. A la vez, los acontecimientos los van redefiniendo en sus pensamientos y conductas, para sentirse manipulados por nuevas fuerzas. Estas ansían el poder para cambiarle la forma, pero no su esencia.
La película estructura este aspecto conceptual de manera bastante convincente: toma el tiempo necesario para dirimir conceptos, estudiar conductas e insertar de forma modal, metódica y segura las secuencias necesarias de acción. ¡Bien por los guionistas y bien por el director!
Es así como los jóvenes protagonistas descubren que están en juego otros factores o escenarios en los que ni siquiera habían pensado antes. Hay decisiones de guerra por tomar, pero también hay decisiones éticas. También los sentimientos asumen nuevos rostros: la alegría, el dolor y, ante todo, el amor.
Las actuaciones del equipo crecen en calidad, con Jennifer Lawrence más presente que nunca. La música es portentosa, necesaria y útil. La fotografía le corresponde muy bien a una magnífica dirección artística: mezcla sabia de escenografías con arte tecnológico (efectos visuales).
Lo cierto es que los libros de la escritora Suzanne Collins tienen buena gramática en cine, ahora también al llegar al final. Por otra parte, con aceptable versión 3D, los subtítulos fueron colocados de manera oportuna entre los personajes. Es curioso: así, se alienta el dinamismo dramático del relato y la tensión visual.
Especie de visión futurista de la lucha de clases, el filme Los juegos del hambre: Sinsajo, parte 2 logra superarse a sí mismo como elemental entretenimiento para adolescentes. Ha sido un buen cierre para una saga que ha dado mucho más de lo esperado (¡por dicha!).
Alberto Campos
Sobre el autor
Alberto Campos
Cinescrúpulos
Alberto Campos, Valledupar (1976). Sociólogo y Abogado de la Universidad Popular del Cesar. En Cinescrúpulos expone su faceta de crítico y amante del Cine, pero con total independencia. Su fin es alabar las buenas películas y señalar las malas producciones.
0 Comentarios
Le puede interesar
Noventa años de los Óscar
Es una noche de estrellas, se extiende la alfombra roja. La academia del séptimo arte de los Estados Unidos, una industria cultu...
La ventana abierta por la película El viaje del acordeón
Lanzada a nivel nacional durante el mes de mayo 2015, la película Los viajes del tiempo ha recorrido un camino tortuoso –pero llen...
Alicia a través del espejo: un relato poderosamente visual
La versión de 'Alicia en el país de las maravillas' realizada por Tim Burton en el 2010 ni era el mejor filme del dire...
Perder es cuestión de método: cuando el cine se renueva para hablar de corrupción
Con “Perder es cuestión de método”, Sergio Cabrera se hunde en los intríngulis de la corrupción en Colombia, utilizando lo ...
Polvo de estrellas: la parodia de Hollywood desde Hollywood
Cronemberg firma con “Polvo de estrellas” (Maps to the stars) una sátira interesante donde descubrimos un Hollywood decadente, r...