Opinión

La dicotomía en busca de la paz

Diógenes Armando Pino Sanjur

22/09/2016 - 05:10

 

Después de más de 50 años de guerra fratricida, violenta y cruel que ha dejado a miles de hogares colombianos una estela de muerte, dolor, desplazamiento y pobreza, se logra un acuerdo para poner fin a este conflicto, lo que los Colombianos deberíamos celebrar, porque aparentemente estamos dando un paso a la reconciliación, al perdón y a la unión de nuestra gente.

Pero paradójicamente este proceso que nos invita a soñar con la construcción de un nuevo país, nos ha llevado a la discordia, las ofensas y la polarización, por eso es usual ver en las redes sociales y en nuestro diario vivir cómo, entre hermanos, nos ultrajamos o injuriamos por nuestra posición ante la refrendación de los diálogos entre el gobierno nacional y la guerrilla de la Farc.

En este mal sano juego de insultos y agravios no se escapa nadie, ni los opositores de la refrendación, como tampoco los que la apoyan, hemos olvidado lo esencial en un debate de esta importancia y naturaleza, hemos dejado de lado lo verdaderamente importante, lo pactado, lo que está consignado en las 297 páginas del acuerdo, para dedicarnos a desacreditar a los personajes o agrupaciones políticas que están de acuerdo o no con lo pactado.

En muchos casos hemos sobredimensionado lo convenido, contribuyendo con ello, a darle alas a la esperanza y sueños de los colombianos que piensan que con esta firma, nuestro país solucionará sus grandes problemas de desigualdad, pobreza y necesidades insatisfechas, asimismo hemos llevado la discusión a plantear que con la refrendación condenaríamos al país a la hecatombe, miseria y dictadura.

Creo que son peligrosas estas posiciones, porque no veo en el horizonte que se concrete cualquiera de las dos visiones de país que se plantea, Colombia necesita grandes cambios para transformarse en un mejor país o por el contrario requeriría que la corrupción siga ganando espacios para llevarlo a su inviabilidad económica, política y social.

Los colombianos, a través de todos estos años de dificultades y penurias, hemos demostrado ser un pueblo pujante, próspero y solidario, que las diferencias y los obstáculos nos unen y potencializan nuestra capacidad para salir adelante, por eso invito a que en este momento histórico, no seamos inferiores al reto que se nos plantea, que no permitamos que nos polaricen, que decidamos el futuro de nuestro país y respetemos la posición de cada colombiano respecto a los diálogos.

No más ofensas, no más animadversión. Si de verdad consideramos que nuestras futuras generaciones merecen un país en paz, debemos construirla sin agravios, bajos el respeto y la tolerancia de las posiciones que tengamos respecto a los acuerdos y su refrendación.

 

Diógenes Armando Pino Sanjur

@MafranPisa 

Sobre el autor

Diógenes Armando Pino Sanjur

Diógenes Armando Pino Sanjur

Tamalamequeando

Diógenes Armando Pino Sanjur, más conocido como May Francisco, nació el 24 de junio de 1976 en un pueblo mágico lleno de historia, cultura y leyendas situado en la margen derecha del Río Magdalena llamado Tamalameque. Hijo de los docentes Diógenes Armando Pino Ávila y Petrona Sanjur De Pino, tiene 2 hijos, May Francisco y Diógenes Miguel, los cuales son su gran amor, alegría, motor y mayor orgullo. Abogado de Profesión, despertó su interés con la escritura de su padre quien es escritor e historiador, se declara un enamorado de su pueblo, de su cultura (la tambora) y apasionado por la política como arte de servir.

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Del Samuel Martínez y otros festivales

Del Samuel Martínez y otros festivales

  Justo al iniciar la década de los 90 se fundó en La Loma de Calenturas o Loma de Potrerillo, municipio de El Paso (en el departam...

Editorial: Leer es el cuento de todos

Editorial: Leer es el cuento de todos

De todas las urgencias educativas y culturales que padecen las regiones de Colombia, la lectura es la más visible. No hay nada que p...

Un mango y una jarra con agua por cien gramos de oro

Un mango y una jarra con agua por cien gramos de oro

Luis, un joven de 18 años. Sus padres, dos afortunados que heredaron tierras en el Cesar y La Guajira. Todas sus tierras eran apetecid...

Se vino el festival

Se vino el festival

En las calles se siente. Caminan personas con ademanes diferentes a los nuestros, muchos llevan morrales en sus espaldas, los semáfo...

Balance del paro de los educadores

Balance del paro de los educadores

Después de 15 días de paro, de marchas, asambleas, dimes y diretes entre los educadores y la ministra, en la madrugada fría del 6 ...

Lo más leído

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados