Pensamiento
12 de Octubre: una fecha para reflexionar
En años anteriores y con motivo de la misma fecha, PanoramaCultural.com.co publicó sendos artículos donde nos hacíamos eco del lema: 12 de octubre, nada que celebrar. Esta frase, según explicamos, recuerda las palabras del gran pensador panamericanista Eduardo Galeano y pretenden recordar al mundo que los aciagos acontecimientos de la Conquista y la Colonia, se iniciaron en esa fecha:
Del mar los vieron llegar
mis hermanos emplumados
eran los hombres barbados
de la profecía esperada.
Los anteriores versos, pertenecientes a la canción “La maldición de Malinche” del mexicano Gabino Palomares, nos traen a la memoria el comienzo de unos años de esclavitud:
Y en ese error entregamos
la grandeza del pasado.
Y en ese error nos quedamos
Trescientos años esclavos.
Sin embargo, aquellos 300 años esclavos se han convertido en más de 500. Como planteábamos en el artículo titulado Mentalidad Neocolonial: “los tiempos de saqueo y explotación no finalizaron con la Independencia. Más bien al contrario. Los gobiernos, en manos de la minoría criolla a un lado del Atlántico, de la antigua metrópoli al otro, continuaron poniendo en práctica durante siglos la misma mentalidad, casi con independencia de su orientación política (…) El problema es que, desde entonces hasta la actualidad, se procede de similar manera”.
Los amos del mundo han cambiado. Ya no existe un Imperio “en el que no se pone el Sol”, como se decía en época de Felipe II. Sin embargo, la frase puede no ser tan disparatada. Únicamente hablamos de imperio en forma metafórica, pero existen corporaciones que extienden su poder a lo largo del mundo, pues siempre tienen oficinas o establecimientos abiertos en algunos países durante el día, mientras que en otros están cerradas al ser de noche y viceversa, o permanecen activas las 24 h. para coordinarlo todo.
Hoy, el nuevo Dios no lleva barba, como los conquistadores, o según le representa la iconografía cristiana; pero como Él, carece de corporeidad. Hoy, el nuevo Dios es el dinero, que desde el abandono del “Patrón Oro” -sistema monetario vigente en el s.XIX y abandonado progresivamente después de la Primera Guerra Mundial, por el cual la moneda emitida debía estar sostenida por una cantidad de oro depositada en el Banco Central del país- carece de corporeidad. Hoy, ese dinero, convertido en cifras astronómicas y datos, navega sin tregua por las autopistas de la información. Son activos financieros.
La Biblia dice: “los caminos del Señor son inescrutables”, pero los que sigue el capital a través de un mercado financiero en continua actividad, lo son aún más. El nuevo Dios también tiene su paraíso; en este caso, sus paraísos. Nos referimos a los paraísos fiscales.
El Nuevo Imperio, la nueva religión, con su Dios, sus paraísos terrenales, sus templos –los bancos, donde se administra la liturgia financiera– habla de libertad como antes hablaba de salvación. Una libertad que se compra en la bolsa, en los bancos o se adquiere un sucedáneo de ella en los centros comerciales repartidos a lo largo del mundo, carentes de identidad propia si no es aquella impuesta de manera uniformadora por las transnacionales mencionadas en párrafos anteriores -con sus marcas, sus logos, su imagen corporativa- para las cuales “no se pone el sol”.
Llegado a este punto, el lector o lectora pensará qué sentido tiene esta comparación entre Iglesia e imperio del mercado. Quizás los protagonistas han cambiado, pero no la realidad de explotación o incluso esclavitud. Durante siglos, la Iglesia participó en el tráfico de esclavos. Y en la actualidad, el tráfico de personas continúa vigente y no es casual que buena parte de quienes caen en las redes de estos “nuevos negreros” provengan de países en guerra, cuyo objetivo es apoderarse de sus riquezas de manera similar a los tiempos de la Colonia. No es casualidad tampoco que los recortes de derechos estén generando unas condiciones laborales cada vez más precarias y la masa de personas que viven por debajo de los umbrales de la pobreza, pese a tener incluso un trabajo remunerado, sea cada vez mayor. Estos trabajadores son los nuevos esclavos de la globalización que soportan en sus hombros el crecimiento del imperio del mercado, como siglos atrás fue soportado el Imperio Español.
La misma situación más de 500 años después. De ahí la intención de este artículo. Reflexionar sobre el 12 de octubre puede servirnos para realizar lo que en su momento calificamos como “esperpento historiográfico”, hablando de “encuentro entre dos mundos” en lugar de un choque de los mismos. Podemos también criticar hasta la saciedad el saqueo y genocidio el Imperio Español y, pese a todas las críticas, es posible que hasta nos quedáramos cortos, pues siempre encontraríamos episodios cada uno más aberrante que el anterior. ¿Cuál debe ser entonces la reflexión que toma como punto de partida el 12 de Octubre?
En un artículo anterior mencionamos cómo la Historia -según Gordon Childe, (Qué sucedió en la Historia, 1942)-, sirve para “comprender el presente en función de los datos y argumentos proporcionados por el pasado y no volver a cometer los mismos errores en el futuro”. Así, esta fecha debe servirnos para proyectar nuestras críticas, no al pasado, si no al futuro y así desmontar los relatos sobre las bondades del mercado global, que comenzó en 1492, incluso muchos siglos antes, con su carga de esclavitud, pobreza y reparto de las riqueza de pueblos y personas entre un escaso grupo de privilegiados. Situación que continúa en la actualidad.
Para finalizar la presente reflexión y homenajear la resistencia indígena, la cual debería conmemorarse en esta fecha, citamos los versos de la canción Samba Lando, que hizo famosa el grupo chileno inti ilimani, y une los tiempos de la Colonia con los de la actualidad.
Mi padre siendo tan pobre
dejo una herencia fastuosa:
"para dejar de ser cosas
-dijo con ánimo entero-
ponga atención, mi compadre,
que vienen nuevos negreros".
Dr. Antonio Ureña
Sobre el autor
Antonio Ureña García
Contrapunteo cultural
Antonio Ureña García (Madrid, España). Doctor (PHD) en Filosofía y Ciencias de la Educación; Licenciado en Historia y Profesor de Música. Como Investigador en Ciencias Sociales es especialista en Latinoamérica, región donde ha realizado diversos trabajos de investigación así como actividades de Cooperación para el Desarrollo, siendo distinguido por este motivo con la Orden General José Antonio Páez en su Primera Categoría (Venezuela). En su columna “Contrapunteo Cultural” persigue hacer una reflexión sobre la cultura y la sociedad latinoamericanas desde una perspectiva antropológica.
1 Comentarios
Excelente crónica sobre la fiesta de la conquista de América y los efectos nocivos de los efectos del encuentro de dos mundos globalizados y desventurados a causa del capitalismo . Como mexicana me resta decir que hay un grito de esperanza en nuestro nuevo presidente y espero que a pesar de ésta situación tan complicada en materia económica España y México sigan compartiendo el cariño entrañable que los une .
Le puede interesar
¿Golpe de Estado en Venezuela?
Mucho se ha hablado estos días sobre la legalidad y la legitimidad de la proclamación de Juan Guaidó, Presidente de Asamblea Naciona...
Sobre la naturaleza egoísta del hombre
En la filosofía política de Buchanan, el individuo representativo de su modelo en la sociedad, es el individuo egoísta. En una s...
Morin, el inmortal
Edgar Morin es un filosofo y sociólogo contemporáneo que ha proporcionado al mundo teorías sugerentes y motivadoras. El 8 de jul...
La fortaleza de la bondad
"Me resisto a ser parte de un mundo que considera débil a la gente amable" (Keanu Reeves) Quisiera invitarlos a reflexionar acer...
Filosofía de la Independencia
Las condiciones ideológicas que hicieron posible la emancipación tienen como marco histórico de referencia los candentes debates...