Otras expresiones

Una mirada a los orígenes de la Semana Santa en el Cesar

Redacción

29/03/2012 - 06:01

 

Conversatorio en la Casa de la CulturaEn vísperas de la Semana Santa, siempre es oportuno reflexionar sobre los orígenes y la evolución de estas fiestas que tienen un especial significado en la identidad del Cesar.

Con ese fin, la Casa de la Cultura de Valledupar organizó este miércoles 28 de marzo un conversatorio animado en el que participaron el filósofo Jhonny Vega, Juan Bautista Morales (líder de la Hermandad de Jesús), el poeta y docente José Atuesta Mindiola y el cuentero Moisés Perea.

Tras un repaso histórico de las evoluciones de la semana santa, Jhonny Vega dio una explicación del uso de las imágenes en las procesiones y aclaró que tenían una función especialmente identitaria. Cada ciudad, cada pueblo, se reúne en torno a ellas para fortalecer y conservar la noción de comunidad.

En su intervención, Juan Bautista exaltó la grandeza de las fiestas de Valencia de Jesús (Cesar) y explicó que ese esplendor se debía a la influencia de una ciudad que había sido considerada durante mucho tiempo una de las 7 urbes más importantes de la región. Esa actividad se repercutió notablemente en las costumbres locales y en el vigor de su semana santa, hasta que tres elementos indujeron una decadencia inevitable: la guerra de independencia, la invasión del mosquito gegen (a finales del siglo XIX), y la epidemia de viruela negra (de principios del siglo XX).

Pese a esta decadencia, el señor Bautista quiso subrayar la vigencia de la semana santa en Valencia y su reputación a nivel regional. “Los que conocen la semana santa de Valencia –dijo–, saben que es la máxima expresión religiosa de esta región”.

Por su lado, José Atuesta Mindiola asoció la tradición religiosa actual del municipio de Mariangola con la llegada de los hermanos Castañeda (una familia originaria de Mompox) durante el siglo XIX. A partir de entonces, se celebraba la semana santa de un modo colectivo, con rituales bien marcados, pero sólo fue con la llegada de su madre, Juana Mindiola, en el año 1954, que se organizaron las primeras procesiones en el pueblo.

El docente también evocó la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos, dejar de lado algunas prácticas (como la flagelación), para asegurar la supervivencia de unas fiestas elementales a nivel identitario. “Si no se adaptan, desaparecerán”, expresó José Atuesta.

0 Comentarios


Escriba aquí su comentario Autorizo el tratamiento de mis datos según el siguiente Aviso de Privacidad.

Le puede interesar

Oración de un vallenato a Santo Ecce Homo

Oración de un vallenato a Santo Ecce Homo

Cuentan que hace muchos años llegó a Valledupar un viajero y le dijo al párroco de la Iglesia Inmaculada Concepción: un santo quier...

Mincultura revisa el deterioro del patrimonio de Valledupar

Mincultura revisa el deterioro del patrimonio de Valledupar

Acompañado de unos representantes de la Gobernación del Cesar y de miembros de la Fundación Amigos del Viejo Valle de Upar, Edwin Fe...

Los pendones que avivan la ciudad de Valledupar

Los pendones que avivan la ciudad de Valledupar

Desde el primero de septiembre, los monumentos más representativos de la capital del Cesar han roto con el silencio que los envuelve h...

La Alianza Francesa inaugura la exposicióm: ‘Tite Socarras, de Alsacia a Villanueva’

La Alianza Francesa inaugura la exposicióm: ‘Tite Socarras, de Alsacia a Villanueva’

Aprovechando que en septiembre se realizan en la ciudad, múltiples actividades encaminadas a preservar el patrimonio material e inmate...

Fotografías de un país en transición, en el Banco de la República

Fotografías de un país en transición, en el Banco de la República

La fotografía representa una herramienta excelente para estudiar ciertos momentos claves de la historia. En muchas ocasiones se transf...

Lo más leído

La historia de la pizza

Verónica Salas | Gastronomía

Los secretos de la caja vallenata

Redacción | Música y folclor

La fiesta de Halloween y su significado

Redacción | Ocio y sociedad

Vallenato: un lenguaje musical en constante evolución

Héctor Manuel González Cabrera | Música y folclor

Edilberto Daza Gutiérrez: el orgulloso patillalero de La conquista

Eddie José Dániels García | Música y folclor

Pepe Castro, el cronista de la Plaza Mayor

José Atuesta Mindiola | Patrimonio

Barranquilla y la Farándula

José Antonio Nieto Ibáñez | Literatura

Petrona Martínez, las penas que nunca fueron tristes

Guillermo Valencia Hernández | Música y folclor

Síguenos

facebook twitter youtube

Enlaces recomendados